Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 6 de agosto de 2010

SOBRE LOS PERJUICIOS A LA POBLACION.

Cuenta La Gaceta que el señor Chaves -con ese, es decir, el señorito andaluz, no el venezolano- ve muy mal la anunciada huelga de controladores aéreos.
Los critica afirmando que no defienden derechos, sino privilegios; que no se puede plantear una huelga con propósito de amenazar, y que deben darse cuenta del daño posible que le pueden causar a la sociedad española precisamente por el trabajo que tienen y del cual son responsables.
Joder, señor Chaves, va a resultar que es usted tan tonto como parece. ¿Para qué se hacen las huelgas, sino para amenazar en caso de que no se cumplan las exigencias de los huelguistas?
Pero, sobre todo, ¿por qué se queja ahora, y no dijo ni lo que corresponda al "" en su idioma particular -que no tiene nada que ver con el acento andaluz, sino que es el puro tarugués antiguo-, cuando los metreros -precisamente por el trabajo que tienen- dañaban a la sociedad madrileña?
 
 

1 comentario:

Maite C dijo...

Hay un refrán catalán que dice: "D'allà on no n'hi ha, no en pot rajar", que más o menos se podría traducir: De donde no hay, no se puede sacar o esperar nada.

No sólo sirve para Chaves, que también, hay una lista interminable de personajes políticos adaptables a ese refrán.

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