Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 7 de julio de 2010

SOBRE LA APOSTASÍA MUNICIPAL.

Porque el ayuntamiento -comunista- de Rivas-Vaciamadrid sigue empeñado en tocar los insonoros con lo de lograr que a la gente bautizada se la borre a petición propia de los libros parroquiales correspondientes, a pesar de existir una sentencia del Tribunal Supremo que declara que esos libros no tienen el carácter de ficheros, sino que son una especie de archivo histórico.
Tan es así, que hasta la sistematización de los Registros Civiles, los libros parroquiales eran la única fuente de documentación fiable, y de ello dará fe cualquier historiador.
Porque -aunque ya se que es pedir demasiado que unos comunistas lo entiendan- los libros de bautismo no se usan para enviar correspondencia, ni pedir cuotas, ni mandar facturas. Los libros de bautismo recogen -simple y llanamente- un hecho que ocurrió. Y los hechos que han ocurrido son inmutables, pese a que los comunistas intentan frecuentemente borrarlos.

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