Según informa El Imparcial, el vicepresidente del gobierno autónomo de la región catalana, Carod-Rovira, afirma en su blog -del cual no tengo la dirección, ni falta que me hace, y ustedes dispensarán- que el futuro de Cataluña no lo decidirá nunca ningún tribunal constitucional, sino el mismo pueblo catalán.
Cada cosa lo que sea, en esto tengo que reconocerle al mico una mitad de razón. El futuro de Cataluña no lo va a decidir ningún tribunal constitucional, y si los gilipollas de la cuerda de Carod-Rovira se ponen -más- tontitos, lo deberán decidir los encargados de aplicar la ley vigente, ante la que -dicen- todos somos iguales.
Concretamente, el futuro de la Generalidad y de los catalans -que no catalanes- pasará por los artículos 155 y -en su caso- 8 de la Constitución, que en su día aprobaron los catalanes, dentro del conjunto de los españoles.
De los españoles que -en su día también- votamos NO a la Constitución, ni que decir tiene que eso mismo lo diríamos de otra forma. A la manera de Spengler: en última instancia, siempre es un pelotón de soldados el que salva la civilización.
Cada cosa lo que sea, en esto tengo que reconocerle al mico una mitad de razón. El futuro de Cataluña no lo va a decidir ningún tribunal constitucional, y si los gilipollas de la cuerda de Carod-Rovira se ponen -más- tontitos, lo deberán decidir los encargados de aplicar la ley vigente, ante la que -dicen- todos somos iguales.
Concretamente, el futuro de la Generalidad y de los catalans -que no catalanes- pasará por los artículos 155 y -en su caso- 8 de la Constitución, que en su día aprobaron los catalanes, dentro del conjunto de los españoles.
De los españoles que -en su día también- votamos NO a la Constitución, ni que decir tiene que eso mismo lo diríamos de otra forma. A la manera de Spengler: en última instancia, siempre es un pelotón de soldados el que salva la civilización.
3 comentarios:
Yo creo que los catalanes ya decieron cuando mandaron a la mierda el referéndum.
Tienes toda la razón: una participación absolutamente ridícula.
¿Carod-Rovira, Carod-Rovira...?
¿Y ese quien es?
¡Ah! Ya caigo,¡JOSE LUIS! (El otro José Luis). Menudo chupón. Con el pretesto de la independencia de Cataluña se ha sabido buscar el pan y la butifarra.
Ya llegará el día que coma guijarros de río, el tío jodío.
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