Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 2 de abril de 2009

SOBRE LA "PROPUESTA SORPRESA".

La de don José Luis Rodríguez, que pese a ir a la reunión del G-20 de convidado de piedra (20 Minutos, 2/4/09, pag. 8), no renuncia a ejercer de payaso, aunque su nula preparación para ello le haga parecer más deprimente que chistoso.
 
Ahora sale el chiquitín con la gracieta de pedir que los sindicatos tengan silla en el G-20. Y no es que a mí me parezca mal que se escuche a los sindicatos -sobre todo a los que no sean los vulgares chaperos que sufrimos mayoritariamente en España-; pero que esto lo diga el señor Rodríguez me resulta sumamente curioso.
 
Más que nada, porque eso de la participación de los trabajadores en las tareas de gobierno, a través de los sindicatos, ya lo dijo José Antonio hace tres cuartos de siglo. ¡Qué retrasadito andas, Pepe Luí!

No hay comentarios:

Publicidad: