La de la estatua de Franco, que el Ayuntamiento pepero de Santander ha realizado hoy para -comenta Público- evitar que la plaza Mayor se convierta en un lugar de peregrinación de nostálgicos franquistas y de neonazis.
Lo cual, si la lógica no miente -y no suele hacerlo, porque ni es socialista, ni es becaria inculta de periodicucho peripatético-, indica que hay franquistas en número suficiente para que se note su presencia.
También dice el periódico público -en minúsculas, que es calificativo-, que el acuerdo municipal incluye, también, la retirada de un escudo de la II República situado justo frente a la estatua.
Pues veamos: el escudo de la II República lo pondría -es un suponer, porque la otra posibilidad es que lo pusiera el franquismo- la propia República. Y ha seguido estando ahí, en la plaza Mayor de Santander, desde entonces. Frente a la estatua de Franco. Sin que nadie lo haya quitado durante los 40 años de gobierno de Franco.
Esta es la diferencia entre un estadista y unos mediocres resentidos.
Por cierto, que los hijos públicos titulan Franco se cae del caballo. Y no, cabrones, no se ha caído del caballo. Lo habéis tirado -en estatua- 33 años después de muerto, olé vuestros riñones. ¡Qué poquita guerra nos vais a dar cuando empecemos!
Lo cual, si la lógica no miente -y no suele hacerlo, porque ni es socialista, ni es becaria inculta de periodicucho peripatético-, indica que hay franquistas en número suficiente para que se note su presencia.
También dice el periódico público -en minúsculas, que es calificativo-, que el acuerdo municipal incluye, también, la retirada de un escudo de la II República situado justo frente a la estatua.
Pues veamos: el escudo de la II República lo pondría -es un suponer, porque la otra posibilidad es que lo pusiera el franquismo- la propia República. Y ha seguido estando ahí, en la plaza Mayor de Santander, desde entonces. Frente a la estatua de Franco. Sin que nadie lo haya quitado durante los 40 años de gobierno de Franco.
Esta es la diferencia entre un estadista y unos mediocres resentidos.
Por cierto, que los hijos públicos titulan Franco se cae del caballo. Y no, cabrones, no se ha caído del caballo. Lo habéis tirado -en estatua- 33 años después de muerto, olé vuestros riñones. ¡Qué poquita guerra nos vais a dar cuando empecemos!
1 comentario:
El "intolerante" de Franco dejó el escudo de la República, y los "tolerantes" demócratas quitan la estatua de Franco.
Saludos desde la Blogosfera Nacional!
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