Descanso, no mío, sino de mi ordenador, que me ha comunicado de la forma más eficaz -esto es, con el hecho consumado- su negativa a seguir funcionando si no le hago la correspondiente limpieza. Total, que -como suele ser preceptivo periódicamente en Windows- estoy en proceso de formateo y reinstalación, motivo que ustedes entenderán como suficiente para una ausencia de dos o tres días. Si todo va bien, claro está.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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