La sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Terroristas, sito en Estrasburgo.
Esta sentencia, como ya ustedes sabrán, determina que los etarras Portu y Sarasola, condenados por el atentado de la T4 de Barajas en el que murieron Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, resultaron heridas varias personas y se produjeron daños materiales considerables, fueron tratados de forma inhumana y degradante durante su detención.
La detención, todo sea dicho, se produjo a mano, porque España es diferente y aquí todavía no se usan las técnicas que emplean las policías de todos los países civilizados, consistentes en detener a los delincuentes con el menor riesgo posible para los policías, y emplear para ello todas las ventajas que proporciona la maquinaria. Aclarando, que es gerundio: que los Guardias Civiles que detuvieron a los asesinos etarras tuvieron que pegarse con ellos hasta reducirlos, en vez de emplear los métodos típicos de otras fuerzas de seguridad -Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania...- y pegarle dos tiros al delincuente que huye, cosa que ahorra tiempo, dinero y esfuerzos.
A consecuencia de la detención a mano, los etarras sufrieron golpes, contusiones y probablemente alguna colleja, y -según su costumbre- acusaron de torturas a la Guardia Civil. Y ahora el referido Tribunal Europeo de Derechos Terroristas, condena a España a soltarles a los asesinos 50.000 euros, como indemnización.
Y el Gobierno de esto que antes se llamaba España, dice que si, que bueno; que acepta la sentencia, que la toma por buena y que no va a recurrirla, salvo para pedir que los 50.000 euros no haya que dárselos en mano, sino detraerlos de la indemnización que los asesinos deben pagar a sus víctimas... algún día.
Por lo demás, al señor Ministro de Justicia, al señor Ministro del Interior, y al señor Presidente del Gobierno -que es el que manda, o debe hacerlo- la parece bien que el Tribunal Europeo de Derechos Terroristas condene a la Guardia Civil por trato inhumano y degradante. Supongo que la próxima vez que un guardia civil vea a un delincuente, le dirá alto en voz baja y mirará hacia otro lado, en vista de cómo le defienden sus mandos políticos. Y nadie -al menos, no yo- se lo podrá echar en cara.
En otro orden de cosas -y como ya nos conocemos el paño y sabemos la poquita imaginación que tienen nuestros políticos-, creo que ni a don Mariano Rajoy ni a ninguno de sus Ministros se les habrá ocurrido responder con algo de humor y un poquito de chulería.
Por ejemplo, denunciando por prevaricación a los señores jueces del Tribunal Europeo de Derechos Terroristas de Estrasburgo. Porque está claro que, o son gilipollas, o han dictado una sentencia contraria a derecho, y que lo saben.
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