Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 12 de octubre de 2016

SOBRE EL MAESTRO.

El maestro es, evidentemente, Rafael García Serrano, como ya saben mis amigos habituales.

A estas alturas, casi tres décadas después de su fallecimiento -12 de Octubre de 1988-, supongo que nadie del mundo que se proclama intelectual lo va a recordar. Tampoco -me temo- seremos muchos a recordarlo entre los que sabemos que se le debe la mejor literatura en lengua española de todos los tiempos, con permiso de Cervantes y Quevedo.

Supongo que tampoco el próximo año, cuando se cumpla el centenario de su nacimiento -11 de febrero de 1917- habrá nadie que se moleste en hacerle el homenaje que España le debe, que le deben cuantos de él aprendieron y a los que él abrió camino. Así es que, desde aquí -que ya se que no es una plataforma de gran difusión, pero no tengo otra- lanzo la idea de que, al menos los que conservamos memoria y vergüenza, hagamos circular el aviso, por si alguien situado donde se pueden hacer estas cosas recupera la sensatez, la decencia y el buen gusto.

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