Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 6 de abril de 2016

SOBRE LOS DUROS VENEZOLANOS.


Duros, pesos o -en definitiva-, euros, hasta siete millones, recibidos por los amiguetes de Podemos antes de serlo. Antes de ser Podemos, digo, no amiguetes que eso lo eran, al parecer, desde el momento en que decidieron pedirle una limosnita a papaíto Chavez, para importar la revolución bolivariana, el hambre, la miseria, la mugre, el descojonamiento y el limpiarse la popa con un canto, a falta de papel higiénico.

Destaca la prensa, la radio -supongo que también la televisión que no veo-, que esto es un caso flagrante de financiación irregular de un partido político, pues al parecer existe una Ley de Financiación de Partidos Políticos que en su Artículo 7.2 prohíbe aceptar ninguna forma de financiación por parte de gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras.

Dicen otros que no está demostrado que esos siete milloncejos -oiga, que en pesetitas suponen 1.164.702.000, o sea, un pastizal de más de mil millones- hayan ido a parar al partido, porque estaban destinados a una fundación. Lo que pasa es que los amiguetes que formaban esa fundación fueron luego los amiguetes que formaron el partido. A estas alturas, citar a la mujer de César por aquello de la apariencia, cuando no hay sujeto u objeto público que no tenga por qué callar, parece a destiempo. Pero no deja de oler mal, dentro de la habitual podredumbre.

Sin embargo, pese al asombro de la prensa, radio y etc.; y pese al cabreo de los ciudadanitos -los que no son de Podemos, claro; para esos, lo que haga el partido siempre estará bien hecho- los partidos políticos están guardando un discreto silencio o un cauto mirar a otro lado. Y no será aquí donde nos asombremos. Eso lo dejamos para los hipócritas. Aquí sabemos que ningún partido político con representación en el semicirco puede tirar, no ya la primera piedra, sino el primer grano de arena. 

¿Como va a tirar piedras el PSOE, si las campañas electorales de la transición/traición, se las financió don Willy Brandt, probablemente con cargo a los fondos de la III Internacional cuyo padre -el socialismo real de la URSS- aún existía? ¿Como se va a quejar el PP, si tras los sucesivos reveses del fracasado Manuel Fraga acaparó el espacio de la suicidada UCD, que en los referidos años estaba financiada por los países árabes a petición del propio rey? ¿Como se va a quejar lo que vaya quedando de los comunistas carrillianos, si hasta la implosión del sistema soviético se financiaron con la guita que les iban soltando los títeres de la URSS?

¿Cómo quejarse, en fin, ningún partido político de los que forman parte del tinglado, si desde que lo iniciaron saben que la podredumbre es el único medio de mantener este sistema?

No hay comentarios:

Publicidad: