Solución que, una vez más -vean un poco más abajo la entrada del 2 de Octubre pasado- ofrecen los propios paletos separatistas.
En esta ocasión, es un tal Josep Rull, coordinador general de CDC, y que debe ser conocido en su casa a las horas de comer.
Este perfecto cretino dice -cuenta La Gaceta- que "tendría que pasar algo muy grave" para que se paralicen los planes, como que les "metan a todos a la cárcel" o "inhabilitarles" en sus funciones.
¡Coño, pues más claro, agua! Y ya que ellos lo dicen, Marianico, dales gusto.
Ya; que para luego es tarde, y podríamos empezar con un buen desfile por las ramblas el día 12.
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