Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 1 de abril de 2014

SOBRE LA ACTUALIDAD (y 2).

Si ayer alguien tuvo la curiosidad de echarle un vistazo a este diario, seguro que al ver el titular y el contenido de la entrada precedente debió pensar que me había vuelto majara.

 

- ¿Actualidad el parte del final de la guerra civil? ¿Actualidad el 1º de Abril de 1939? Este Estremera está como un cencerro.

 

Bueno, no niego la mayor, pues todas las personas de elevada inteligencia tenemos un cierto puntito donde la genialidad puede rozar con algo de locura. Entiéndase que lo que digo no es inmodestia, ni soberbia, sino la simple constatación del hecho de que para ser falangista hay que tener una inteligencia excepcional, a la que nunca alcanzarán, por ejemplo, los politicuchos del sistema, los políticamente borregos, los aconjogados del mal menor, los plumíferos serpentinos ni -obvio- los infrarrojos.

 

O sea, que desde una inteligencia normalita para lo que soy, puedo explicar por qué la actualidad es el parte de la Victoria. Si es que hace falta, que creo que no, pero vaya.

 

Y la explicación -para quien la haya menester- es que 39 años después de muerto, Franco sigue siendo la referencia de politicuchos, plumíferos, acongojados  e infrarrojos. Que después de 75 años -aniversario redondo, fíjense ustedes- de aquél parte final de la guerra que barrió la mugre de España -no toda, porque nadie es perfecto- la guerra sigue más presente que nunca, como si pasado mañana fueran a verse asomar los guiones legionarios por la Ciudad Universitaria -que buena falta haría- o los falangistas estuvieran resistiendo en la Sierra de Alcubierre, o los requetés fueran a dar el asalto definitivo a San Marcial.

 

Pues bueno: si ellos -el enemigo: los infrarrojos, los blandengues, los castrados y los vendidos- siguen haciendo que la política española gire en torno a aquella guerra que perdieron, ¿tengo que explicar por qué digo que el parte de la Victoria es de actualidad?

 

(Entre paréntesis: otra cosa es que ayer, por los gajes de mi situación familiar, estuviera a punto de pasárseme la fecha, porque no se en qué día vivo, y no me diera tiempo mas que a poner la música adecuada y la foto conveniente. Pero esto sólo lo digo para los amigos. Fin del paréntesis, y a los demás -infrarrojos y etc., ya saben-, que les vayan dando).
 

No hay comentarios:

Publicidad: