Esta es una de esas ocasiones en que uno puede quedar muy bien diciendo que jamás pensó que tendría algo en común con el individuo de referencia. Pero no lo voy a decir, porque lo cierto es que incluso los más cenutrios tienen un subconsciente que les acaba traicionando, de manera que sin moverme un ápice de mis posiciones -en las que gracias a Dios me mantengo desde 1975- he ido coincidiendo en ocasiones con personajes como Julio Anguita, como Alfonso Guerra, como Rosa Díez o, como ahora, con Artur Mas.
Según El Mundo -que recoge las declaraciones del señor Mas al diario italiano La Repubblica- el susodicho ha tenido a bien decir que "nosotros vivimos en una condición de inquilinos de un casero hostil (el Estado español)..."
Y, así dichas las cosas, no tengo más remedio que estar de acuerdo con él, total y completamente. Ustedes, señor Mas, que se sienten inquilinos de un casero hostil, tienen todo el derecho del mundo a irse a otra vivienda. Quizá a una donde el casero les permita juergas, cachondeítos, tocahueveces, sablazos al resto de los vecinos, y demás parafernalias de su paletismo agudo y llorón.
Lo que ustedes -simples inquilinos de una vivienda, según confesión propia-, no pueden hacer, es llevarse la vivienda a otro sitio, ni separarla del resto del edificio.
Muchas gracias, señor Mas, por explicarlo tan claro.
4 comentarios:
Lo mando a Face
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Gracias, amigo.
Con algo de suerte, me aparecen algunos genocidas con los que divertirme ;)
Parece que estoy algo espesito. Este comentario debía ir en la otra entrada, la del aborto.
En esta entrada, para que mediviertan sólo me pueden aparecer paletos.
Mugüeno xD
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