Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 12 de junio de 2012

SOBRE EL HOSTIGAMIENTO GIBRALTAREÑO.

Hostigamiento que dice sufrir el llamado ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo.

Se queja don Fabián porque España ha denunciado ante la UE el nuevo régimen fiscal de la colonia británica, y porque la Guardia Civil proteja a los pesqueros españoles que los piratas llanitos acosan habitualmente.

Y ya puestos, piensa uno que para hostigar en condiciones, y que los gilibraltareños se enteren de lo que eso significa, bien podríamos volver a la política del Ministro Castiella, echando el cierre de la verja y también del espacio aéreo español colindante, de manera que en el aeropuerto de Gibraltar no puedan aterrizar -por las condiciones de su construcción, por cierto, en territorio robado a España después del Tratado de Utrech- mas que avionetas.

De esa forma, el principito Eduardo y su señora tendrían que haber ido a visitar los monos de Gibraltar en patera.

1 comentario:

simancas dijo...

esta muy bien lo que expones, pero para eso hace falta un gobierno con cojones, y ni esta ni se le espera. un saludo

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