Mas pistas sobre el personaje oculto del que les hablaba / no les hablaba en mi comentario de ayer titulado sobre el clima moral. Nuevamente, con palabras de José Antonio. Para favorecer la comprensión, resalto las frases más indicadoras.
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EL ASUNTO “NOMBELA”
(Discurso pronunciado en el Parlamento el 7 de diciembre de 1935)
El señor PRIMO DE RIVERA:
La opinión pública sabe ya muy bien (Rumores); ha sentenciado ya muy bien (Protestas); la opinión pública entera ha sentenciado ya este pleito (Nuevas protestas); la opinión pública reclama con escándalo que se abomine esta noche de un tono político impuesto a las costumbres españolas por don Alejandro Lerroux. Esta es la verdad, y está en la conciencia de todos vosotros. Pero, ¿es que vamos a decir todavía esta noche, una vez más, que don Alejandro Lerroux no delinque? Llegó lo del straperlo y apareció su hijo adoptivo, una especie de cuerpo mixto civil y militar que le rodea, el subsecretario de la Gobernación, el ministro de la Gobernación, todos; él, incólume. Llega este asunto, y tenemos al subsecretario de la Presidencia, quién sabe si al señor Nombela, quién sabe si al juez instructor; él, incólume. ¡Señores! Ya es hora de que concluyamos con esta especie de juego de personajes de vieja farsa italiana. El señor Lerroux no delinque nunca; pero en las inmediaciones del señor Lerroux hay siempre, para delinquir, o un hijo adoptivo, o un cuarto cívicomilitar, o un subsecretario propicio, o un ministro medio tonto; siempre se encuentra eso en los alrededores del señor Lerroux para que se lleven el peso a la hora de las condenaciones.
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Y ahora, díganme: ¿de verdad no conocen a nadie en cuyo entorno siempre hay un amigo investigado, un socio imputado, una hija enredada en negocietes, unos sobrinos turbios, un yerno trincón?
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