Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

MARTES Y TRECE DISCRIMINADO (por Arturo Robsy).

En día nefasto se ha inaugurado el nuevo parlamento, donde la mayoría ha de cuidar de volver las aguas a su cauce, aunque los españoles apuestan a que no lo hará.

En coincidencia este martes y 13 se ha sabido por los noticieros que Cataluña pretende no pagar las cuotas universitarias que corresponden a los estudios universitarios de forasteros: que las paguen las autonomías de procedencia. Es evidente la discriminación por nacimiento, cosa que la mortecina y atropellada constitución prohibe tajantemente.

También en coincidencia los se sabe que los vascongados con lendakari (lehendakari) socialista, quieren legalizar el uso del cannabis, como quien dice otra bonita discriminación. Sólo son dos perlas de hoy que deben sumarse a cientos que demuestran que no estamos en un Estado de Derecho puesto que no estamos todos sometidos a las mismas leyes ni normas.

¿Esperamos a que los nuevos gobernantes restauren el derecho o sospechamos que esto irá a más y que, por órdenes superiores e ideológicas seguiremos en la senda de "Dejar hacer, dejar pasar", verdadero credo del liberalismo que ya manda y que en ningún modo es de derechas?

¿Puede, en suma, sobrevivir una nación con leyes tan diversas y, sobre todo, tan insolidarias y dispuestas para su imposición? Cosas así sólo las hicieron Stalin y los suyos, cuando, por ejemplo, prohibieron sembrar a todos los ucranianos y sólo a los ucranianos, que murieron de hambre a millones.

Arturo Robsy

No hay comentarios:

Publicidad: