Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 4 de febrero de 2011

SOBRE UN COMENTARIO A LA PROPUESTA DE AYER.

Comentario a la entrada sobre la "propuesta acaso razonable", que ayer copié de un correo electrónico recibido, y que dice así:
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Anónimo dijo...
Hmmmmmm
El texto presupone demasiadas cosas. Por ejemplo, que a una Cataluña independiente le costaría reintegrarse en la UE (¿Eslovaquia, recuerdan?), o que a un país europeo occidental le va mejor dentro que fuera de la eurozona (¿Suiza?), o que ser pequeño es peor que ser grande (¿se vive mal en Andorra, en Liechstenstein, en Dubai?), o que los españoles iban a boicotear a los catalanes, o que los catalanes iban a ser amables con los españoles en su suelo (muy, muy improbable, con todo el furor nacionalista desatado y oficializado).
La moneda, por cierto, podría ser la peseta, que para algo es una palabra catalana (piececita), y al no tener que esperar a lo que les convenga a los alemanes para introducir una medida de política monetaria, podrían adaptarla a sus condiciones económicas.
No soy catalán, ni nacionalista. Pero este razonamiento me parece pobre y, ya digo, fiado de demasiadas hipótesis muy cuestionables
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Para empezar, creo que ya dije que no era cosa mía; que yo -Nacionalsindicalista- jamás podría hacerme eco de una propuesta que presupone la secesión de una región española; y que si lo transcribía, era para demostrar cómo de alterados andan los ánimos con respecto a la insolencia separatista.
Dicho esto nuevamente, vamos por partes:
Coincido con el anónimo comentarista en que probablemente a una Cataluña independiente no le costaría mucho -o nada- ingresar en la UE mientras se mantengan los Gobiernos -socialistas o populistas- que hemos tenido últimamente y vamos a tener, si Dios no lo remedia, en el futuro. Con un Gobierno español serio, la integración en la UE de una región española secesionista sería imposible; pero, como ya digo, no es el caso.
No me vale el ejemplo de Suiza como país próspero fuera de la eurozona. Cataluña no tiene, ni por asomo, una potencia económica comparable. Y, lo que es más, nunca podría alcanzarla con el despilfarro nacionalista.
No importa tanto ser un país pequeño, como ser estratégicamente importante y económicamente desarrollado para resultar viable. Cataluña no tiene -ni tendría con los nacionalistas manirrotos y acostumbrados a la subvención del Gobierno "central"- ni las infraestructuras turísticas de lujo, ni abundantes riquezas naturales, ni poderosas industrias. Si entrase en la UE, no tendría ni las ventajas fiscales que la convirtieran en paraíso de ricachones.
La moneda podría ser la peseta, palabra de origen catalán en efecto. No entiendo de economía lo necesario para saber si una política monetaria propia podría ser mejor que estar sometido al euro; pero pienso que la devaluación de la moneda, si bien facilitaría la venta de productos y servicios, encarecería la compra de lo necesario.
En fin, quede claro que todo esto son ganas de marear la perdíz, porque lo que deseo es que nunca haya ocasión de comprobarlo.

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