Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 23 de diciembre de 2010

SOBRE LA DESVERGÜENZA DE GABILONDO.

No el cura rebotado a ministrillo zapateril, sino su hermano, el que en entrevista de Público se ufana de representar el periodismo veraz, el libre, el del respeto, el del rigor y el compromiso, por contraposición a otras cosas que también se llaman periodismo: el cotilla, el del chisme, el de la falta de compromiso, el de la extrema derecha.
Todo ello, a cuenta del cierre que su PRISA echa la semana que viene a su canal CNN+; y a pesar de confesar -esta vez en El Plural, y entre líneas, claro está- que no he podido hacer más (para evitar el cierre). Si acaso, haber logrado unos éxitos de audiencia que apuntalaran el canal... No he sido capaz.
O sea: que el chiringuito del PRISOE se ha caído de puro aburrimiento, y el plúmbeo señor Gabilondo ni siquiera lo puede ocultar.
Pero los hechos son los hechos; y, aunque dejemos a un lado lo que el denomina error en torno al 11-M -los periodiquillos rojos que se hacen eco de sus lloriqueos no dejan de echar en cara el error de Eduardo García Serrano con respecto a la virtuosa dama de la Generalidad de Cataluña que animaba a los críos a práctica sexuales de variada índole-, quedan algunos otros detalles en el haber de don Iñaki Gabilondo.
Uno, bien conocido y que seguramente algún aficionado a Youtube podrá encontrar fácilmente, el de aconsejar al señor Rodríguez que cultivase la tensión, que le convenía -vaya palabro para un periodista- "tensionar".
El otro que quiero citar -probablemente más desconocido, porque sólo quedará al alcance de los que ya doblamos el medio siglo de edad- que el señor Gabilondo fue despedido de Televisión Española -la de Suárez-, porque se comprobó que los reportajes de investigación con que gustaba lucirse, estaban amañados.
Además, ¿qué dijo este Gabilondo marrullero cuando el periódico cerrado por el cerco gubernamental era El Alcázar? Pues eso, Iñakin: que donde las dan las toman, y que los dioses te porculicen, mamarracho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Escuchar a ese señor me aburre un montón...

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