Que es lo menos que le puedo decir -en titulares- al cabrón hideputa que ha dejado en mi entrada de hace unos días -Sobre indefiniciones peperas-, un comentario que quien quiera puede ver siguiendo el enlace, pero que no voy a copiar. La absoluta ausencia de censura -que, a fuer de facha y ultra me puedo permitir-, no me obliga a publicitar a los gilipollas, sólo faltaría eso.
Pues bien, el cuatezón se ufana de que "el movimiento animalista en Cataluña" ha conseguido prohibir los toros y ahora se propone hacer lo propio con los "correbous", y aprovecha la coyuntura para dejar enlaces de propaganda electoral.
Decir que el fulano -o fulana- está herrado -así, con hache- es poco. Decir que es un mamarracho, es nada. Decir que es gilipollas se cae por su propio peso, y afirmar que es un animal de bellota quizá sería alabarle. Acaso mentecato defina lo suficientemente a quien viene a casa ajena para congratularse de su animalismo y de su separatismo.
Porque yo creeré en vuestras buenas intenciones cuando vosotros, antes de preocuparos de que el toro bravo muera en la plaza, condenéis total y absolutamente en aborto. Mientras tanto, sólo sois unos macacos de mierda.
Pues bien, el cuatezón se ufana de que "el movimiento animalista en Cataluña" ha conseguido prohibir los toros y ahora se propone hacer lo propio con los "correbous", y aprovecha la coyuntura para dejar enlaces de propaganda electoral.
Decir que el fulano -o fulana- está herrado -así, con hache- es poco. Decir que es un mamarracho, es nada. Decir que es gilipollas se cae por su propio peso, y afirmar que es un animal de bellota quizá sería alabarle. Acaso mentecato defina lo suficientemente a quien viene a casa ajena para congratularse de su animalismo y de su separatismo.
Porque yo creeré en vuestras buenas intenciones cuando vosotros, antes de preocuparos de que el toro bravo muera en la plaza, condenéis total y absolutamente en aborto. Mientras tanto, sólo sois unos macacos de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario