Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 3 de septiembre de 2009

SOBRE EL RESPALDO.

Que don José Luis Rodríguez ha ofrecido a don Barack Obama, en el proyecto de este último de relanzar el proceso de paz en Oriente Medio.
Ignoro qué costumbres atesora el señor Obama a la hora del merecido descanso, pero ello no obsta para poder afirmar que ayer, tras conocer la decisión del señor Rodríguez, durmió a pierna suelta, ajeno a toda cuita sobre su política exterior.
Es lo que tienen los ataques de risa: que luego se duerme como un bendito.

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