Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 10 de agosto de 2009

SOBRE EL ATAQUE A LA BASE.

El sufrido por la base española de Herat, Afganistán, sobre la que fueron lanzados seis cohetes.
Bien; pues menos mal que no a la guerra y que es un Batallón electoral, según doña Carmen.
Los cohetes no han causado bajas ni daños materiales, afortunadamente. Entiéndase bien lo de afortunadamente: por suerte, no porque los militares españoles estén autorizados a defender sus posiciones en la forma que sea menester en cada caso, dado que su misión es de paz, no sea que a Zapa le de un patatús.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que hay que hacer es abandonar Afganistán de una vez.

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