Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 24 de junio de 2015

SOBRE EL NEPOTISMO CARMENERO.


Nepotismo -según la RAE- es la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos. 

Por lo tanto, parece evidente que si doña Manuela Carmena, alcalda -no discriminemos por género llamándola alcaldesa- de Madrid, ha contratado a don Luis Cueto -su sobrino político- como jefe de Gabinete, saltándose el Reglamento de Ordenación del Personal del Ayuntamiento, que prohíbe la contratación como cargo eventual de un familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad -vean La Gaceta-, los que la critican por ello tendrán razón.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento madrileño defienden el nombramiento aduciendo que don Luis Cueto es funcionario de carrera, y su designación es de personal directivo no eventual.

La cosa merece cierto estudio, porque a fuer de falangista puedo atenerme a la realidad sin caer en la conducta habitual de los politicastros de carril, que denigran al contrario aunque tenga razón, y alaban al propio aunque sea un cabestro. Como falangista, digo, puedo atenerme a los hechos y analizarlos sin más limitación que mi natural capacidad. Capacidad que -a qué negarlo, si ustedes no me iban a creer- supera en bastante a la de los plumillas serviles. 

Por lo tanto, habría que ver que tipo de relación laboral une al señor Cueto con el Ayuntamiento. Una cosa es si el sobrino de la señora Carmena ha sido contratado en unas condiciones distintas a las que corresponde a un funcionario de su rango -grupo A1, nivel 30 máximo- o con unos complementos desusados para ese rango; o si la vinculación no es funcionarial, sino por contrato laboral; y en este último caso, si se sujeta al Convenio correspondiente, o se ha firmado fuera de Convenio.

Comprendo que este galimatías es un lío, pero tiene mucha importancia. Porque si el señor Cueto ha sido nombrado, como funcionario, para un cargo de libre designación, todo es conforme a la Ley y no hay nada que criticar. O -caso de haberlo- la crítica sería hacia quien hizo la Ley vigente, no hacia quien se limita a aplicarla, que es algo que también lleva haciendo libérrimamente el PP durante toda esta legislatura en la Administración General del Estado.

Pero si el señor Cueto no ocupa plaza de funcionario, y ha sido vinculado con un contrato laboral, si se habría incurrido en una ilegalidad -porque está claro que no ha habido tiempo de tramitar la correspondiente oferta de la plaza, con la requerida publicidad y la concurrencia de candidatos- y, por supuesto, en un claro nepotismo.

martes, 23 de junio de 2015

SOBRE LA ERREJONADA.

O sea: el tweet de don Íñigo Errejón que tanto ha dado que hablar y escribir en los últimos días, generalmente para -disculpen la sinceridad- descojonarse de la presunta empanada mental del autor. Incluido su compadre Pablo Iglesias, que le contestó algo así como que es jodido ser un intelectual. Vamos, que ni el señor Iglesias entendió un pijo.

Sin embargo, pese a la chanza y la incomprensión, la cosa está clara. No es sino una muestra más de la fraseología rimbombante y hueca del comunismo desde la creación de la III Internacional, vieja de casi un siglo. Para progres incultos -dispensen la redundancia-, plumíferos necios, votantes sin ideas pero con antipatías, recomiendo la lectura de, por ejemplo, 1984 de Orwell: o casi mejor en este caso, de Arthur Koestler en sus Memorias, que ofrece una sentencia bien clara e inapelable: La dialéctica marxista es un método que permite a un idiota parecer notablemente inteligente.

Lejos de mi la intención de llamar idiota al señor Errejón. Por el contrario, me parece un listo o, si lo prefieren, un listillo. De esos que piensan que, para parecer intelectuales, lo que tienen que hacer es decir sandeces. Eugenio D'Ors, que además de parecer intelectual lo era, lo explicaba mejor cuando su secretaria entendía a la primera sus greguerías: oscurezcámoslo.

El señor Errejón lo ha oscurecido tanto -y tan lejos, todo sea dicho, de la maestría dorsiana- que ni los suyos le han entendido. Evidentemente, para entender estas gilipolleces y reducirlas al román paladino se necesita cierta capacidad de abstracción, cosa para la que no todo el mundo está dotado, y aún menos los productos de los sucesivos desaguisados deseducativos de los últimos cuarenta años.

Para quienes -bendito plan de estudios del 56 ó del 58, que no recuerdo la fecha exacta- estudiamos filosofía, las leyes de la lógica, el proceso de la abstracción y todas esas cosas que luego consideraron inservibles los nuevos programadores del igualitarismo por abajo -o sea: todos tan tontos como el más tonto-, no supone gran esfuerzo entender al señor Errejón. Un poco si, a qué negarlo, porque uno es normalito. Pero comprendan que después de leer La rebelión de las masas, de don José Ortega y Gasset -por simple gusto, no por obligación académica-, o la Crítica de la razón pura, de Kant -ídem de lienzo- descender al nivel de don Íñigo no cuesta tanto.

Total: que para decir -una salida de pata de banco- que para mangonear -hegemonía- a
sociatas, izquierdohundidos, proetarras y gentuza varia -aliados laterales- hay que tener cuidado de que el núcleo irradiador -Podemos y asimilados- no tire de la cuerda
-tensión- hasta que se rompa, y que hay que admitir a quien sea -apertura-, pero dejando claro quien manda -afirmación-, no hacía falta tanto orujo.

De todas formas, y de fuentes bien informadas, se sabe que don Íñigo Errejón, tras escribir lo que tienen en la foto, descansó.

Luego, tiró de la cadena.

lunes, 22 de junio de 2015

SOBRE EL DEBATE DE LA BANDERA.

No la de don Pedro Sánchez, que ahora descubre que es español y puede -como cualquier otro español o extranjero bienintencionado- lucir la Bandera de España sin que eso le haga fascista, aunque si le ayude a ser -o parecer- persona decente. 

Sobre esta Bandera -la de España, digo- ya hace mi camarada Eloy Mirayo, en su Trinchera, las precisiones adecuadas y les recomiendo la lectura.

La bandera de que voy a hablar es otra; es la bandera Confederada cuya presencia en un espacio público del Estado de Carolina del Sur ha levantado los jeremíacos lamentos de prensa y radio -la TV no la veo, gracias a Dios- por considerarla racista.

La bandera de los Estados Confederados de América fue la que izaron los Estados del Sur en la guerra civil estadounidense. Como los periodistas incultos -la mayoría-, y los tontolabas con master, se empeñan en explicar aquella guerra como una lucha contra la esclavitud, supongo que será inútil afirmar que en aquél conflicto hubo mucho más que eso; que fue una lucha entre el capitalismo salvaje del Norte, encarnado en los explotadores de obreros y en la hez de la sociedad, y el sentido caballeroso y mucho más humano del Sur. 

¿Humanos los del Sur, que tenían esclavos? -me dirán. Pues si: mucho más humanos que los del Norte, que acabarían esclavizando a negros y blancos, y que aún ganando la guerra mantuvieron leyes de segregación racial hasta los años 60 del pasado siglo XX. Y que -dicho vaya para quien lo ignore- no abolieron la esclavitud por principios morales y humanitarios, sino para crearle un segundo frente a los enemigos del Sur. 

Pero mi debate no es ese, sino significar que todos estos tragaldabas que se escandalizan de que subsista la bandera de los Estados Confederados de América en el ánimo de la gente, no digan ni media palabra cuando los progres de mierda y los rojos de salón, y la ultraizquierda de burdel, sacan sus banderillas de la Segunda República.

miércoles, 17 de junio de 2015

SOBRE LA DIVERSIÓN DE MAS.


Diversión que el señor Mas ha confesado -según La Gaceta-: Lo que me divertía un poco, pero no como una falta de respeto, es que un Estado que había hecho todo lo posible, con todas las amenazas, para que hubiera silencio, lo que conseguía era una pitada monumental en un campo en el que había mas vascos que catalanes", ha señalado. El presidente catalán ha añadido que el Estado debería reflexionar por qué se producen estas pitadas en lugar de tratar de impedirlas.

Hombre, Arturete, el por qué se producen esas pitadas es obvio: porque tu y tus cómplices -incluidos Zapatero y Rajoy, por no ir más atrás- habéis instalado la mentira, la falsedad, el odio y la sinrazón en las mentes obtusas y aldeanas que no ven más allá de su mata de geranios.

Con respecto a eso de que el Estado había hecho todo lo posible para que los baskos y los catalunlleros se comportaran como personas, en vez de como canallas, ¿qué quiere que le diga?. A mi se me ocurren dos o tres cositas que el Gobierno -porque el Estado es otra cosa- podría haber hecho. Mire: sin ir más lejos, invitar -puesto que el evento estaba organizado por la Federación, esto es, un organismo del Estado- a un par de compañías de legionarios. Sin acritud, señor Más; sólo como recompensa a sus labores en tareas humanitarias en el extranjero.

¿Se apuesta algo a que sus catalunlleros -no confundir con catalanes- y los baskos -que no los vascos- se meten los pitos por los susodichos, o se los tragan motu proprio, sin violencias, por simple gusto?

SOBRE LAS RECUSACIONES DEL PSOE


Recusación de dos de los magistrados de la Audiencia Nacional designados para juzgar el asuntillo de Gürtel, que ha anunciado el PSOE, denunciando -véase 20 Minutos, pág. 9- falta de apariencia de imparcialidad, dado que esos magistrados fueron elegidos como vocales del Consejo General del Poder Judicial a designación del PP.

La cosa, evidentemente, parece clara. Parece, digo. Puesto que si no se designan magistrados propuestos por el PP, por sospecharlos faltos de imparcialidad, habrá que designar a los propuestos por el PSOE, que -en mi modesto entender- tendrán la misma sospecha de falta de imparcialidad.

Pero lo mas curioso, es que el PSOE se permita hablar de falta de apariencia de imparcialidad cuando un magistrado de la Audiencia Nacional -ya, gracias a Dios, expulsado de la carrera judicial por prevaricación- fue en las listas electorales del PSOE.

martes, 2 de junio de 2015

SOBRE EL HIMNO.


¡Qué horror! ¡Si han pitado el Himno Nacional! ¡Si se han cachondeado del Rey! ¡Si el botarate de Arturito Mas se ha sonreído, el hideputa!...

Esto es, más o menos, lo que han debido pensar los calzonazos peperoderechoides, peperocentristas, peperoleches, y los sociatohipócritas, sociatapátridas, sociataguerracivilistas zapateriles. O, por lo menos, lo que han dicho de boquilla, aunque a alguno le diera igual, dado que en su caletre figura lo de nación como concepto discutido y discutible.

Así, mientras el señor Sánchez llama al Rey para -dice El País- solidarizarse con él por la pitada, el gobiernillo basko ve “fuera de lugar” una sanción por pitar el himno, y el PP -véanlo también en El País- afirma por boca de su portavoz, Carlos Floriano, que ese tipo de manifestaciones no cabe en la libertad de expresión, por lo que va a sugerir una serie de cambios legales, analizando la normativa comparada que existe en otros países, pero con detenimiento y prudencia.

O sea, y en román paldino: acojonados.

Porque esto de pitar al Himno Nacional de España no es de este sábado. Porque ya el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en un auto del 21 de julio 2009, dictaba que los silbidos y la gran pitada estaban amparados en el derecho a la libertad de expresión, afirma La Gaceta; o sea, que viene desde hace lo menos seis años, que pueda documentar, que en la realidad hace muchísimos más.

La cosa viene desde -al menos, y según la memoria que tengo de ejemplos claros- los últimos años 80, cuando el F:C. Barcelona jugó en Sevilla una final de alguna competición europea, y los camaradas de Juntas Españolas quisieron ir al campo a apoyar a ese club, con una pancarta donde se leía que lo apoyaban por español. Les dijeron de todo, los amenazaron de todas formas, y la Policía les obligó a retirar la pancarta porque -dijeron- no se podían hacer responsables de su seguridad si continuaban exhibiéndola.

La cosa viene desde la Olimpiada de Barcelona, cuando un grupo de camaradas de Juntas Españolas fue a recibir la antorcha, con las Banderas de España que correspondían al lugar donde se celebraría el evento, y fueron insultados y agredidos por cientos de energúmenos, y expulsados del acto por la Policía, mientras los hijos de puta separatistas quemaban Banderas de España -que habían llevado ellos mismos; las que llevaron mis camaradas volvieron sin novedad- ante la bovina pasividad de las supuestas fuerzas de orden público desplegadas.

De ello dimos cuenta en EJE -si quieren leer el reportaje completo, en la página de Ediciones Anteriores se pueden descargar toda la colección-, y de ello comenté en este mismo diario el 16 de mayo de 2009.

La cosa -sin hacer distingos de origen puramente deportivo- viene desde las Banderas de España que quemaban los hijos de puta separatistas baskos y etarras, o catalunlleros desde el mismísimo 1976, cuando todos los sociatas de aquella sociedad de mierda los aplaudían. La cosa viene de todos los vándalos acrataseparatistas barceloneses, que en sus jaranas habituales, con permiso de la autoridad incompetente del gobiernillo autónomo y pasividad entre bovina y caprina del nada respetable Gobierno supuestamente nacional, quemaban Banderas y fotos reales. Fotos que a mi, como efigies personales, me traen sin cuidado; pero que me importan por cuanto representan a mi Patria. Mal, sí; pero es lo que hay por ahora.

Pero es ahora, ayer, cuando los peperos que dicen que gobiernan se han puesto a pensar. Y no será por o estar advertidos, porque ya ha más de dos años -el 11 de febrero de 2013 lo comenté en este diario- Doña María Dolores de Cospedal, su musa, afirmaba que me parece también que deberían existir sanciones para ese tipo de actos que lo que hacen es ofender a símbolos del Estado, con motivo de otra hijoputada similar en Pabellón Arena de Vitoria, durante la final de la Copa de Baloncesto.

O sea, que no es de hoy, de ayer, del sábado. El asunto viene de largo, y hacia otro lado han vuelto su asquerosa jeta don Adolfo Suárez, don Leopoldo Calvo Sotelo, don Felipe González, don José María Aznar, don José Luis Rodríguez y don Mariano Rajoy. Seis consentidos, seis, como anuncian a los cornúpetas en los carteles taurinos.

Y ahora, al cabo de casi cuarenta años, se entera el señor Rajoy, la señora Cospedal, el señor Sánchez... ¿Son lentitos o no? 

¿O de lo que se trata es de armar un poquito de jaleo, crecerse como si de verdad fueran bravos, sabiendo que a la legislatura no le queda tiempo para hacer nada mas que propaganda?

lunes, 1 de junio de 2015

SOBRE LOS PACTOS.

Pactos post-electorales, evidentemente.

De momento, todos dicen que tienen sus límites, sus líneas rojas que no están dispuestos a traspasar. Al menos, hasta que -lo verán ustedes- huelan el cuero de la poltrona y los efluvios del papel moneda. Al tiempo.

Me dice un amable comunicante, en comentario a mi entrada última, lo siguiente: 

javichu ha dejado un nuevo comentario en su entrada "SOBRE LA SUERTE DE MARIANO.": 

Un análisis excelente, ni yo mismo lo hubiera dicho mejor. 

Interesado estoy en cómo piensan resolver las cosas en Navarra porque con la obsesión de echar a UPN y al PP pasa porque pacten los nacionalistas conservadoresdel PNV (Geroa Bai), los bolivarianos chavistas de Podemos, la salvaje izquierda nacionalista de Bildu y los comunistas. Como para echarse a llorar 

Agradezco la opinión sobre mi análisis, pero la verdad es que no tiene más mérito que el de conocer el paño y la Historia.

Esto mismo me permite avanzar al amigo Javichu cómo solucionarán el asunto en Navarra y en cualquier otro lugar: arrejuntándose todos, cogiditos de la mano. 

La situación, que a los ojos del votante actual parece inverosímil, ya es antigua: ocurrió exactamente lo mismo en los años treinta del pasado siglo. Entonces, PNV y socialistas -los comunistas apenas existían- no tuvieron empacho en unirse para hacer frente a un partido de derechas que había ganado las elecciones. Sucedió en 1934 -la llamada Revolución de Asturias, y la menos nombrada y no menos grave intentona separatista de la Catalunlla aldeana y cerril-, y volvió a suceder en 1936. El PNV, confesionalmente católico, se puso a disposición de la República atea, quemaconventos y matacuras.

Apenas existían entonces, como decía, comunistas, y menos aún terroristas baskos, y ni asomo, claro está, de bananeros del Orinoco. Pero para el caso es lo mismo. Los marxistas, sean soviéticos o venezolanos, se llamen socialistas o izquierdohundidos, se presenten como terroristas o como viejecitas que les conceden ayudas, son siempre igual; y su política es, también, siempre la misma: acorralar y expulsar de la vida pública al que no piense como ellos. 

Y lo mismo les da levantarse en armas contra la República porque entra en el Gobierno el partido que ha ganado las elecciones -CEDA, en 1934-, que anudar un cordón sanitario para desalojar al partido -PP, desde Zapatero- que concita poco menos de la mitad de los votos emitidos.

Esto ya lo hemos visto -o, por lo menos, leído- y empezaremos a enterarnos en cuanto se aposenten los podemitos y sus franquicias varias, entre las que se acabará incluyendo el mismísimo PSOE.

Lo que no acabo de ver claro es que al final el resultado se repita también, pero no puedo negar que espero estar aún en condiciones de tomar parte cuando llegue. Amén.

lunes, 25 de mayo de 2015

SOBRE LA SUERTE DE MARIANO.


Mariano Rajoy y el PP han tenido suerte; mucha suerte. 

Me explico. El PP ha tenido la suerte de que hayan coincidido en este mismo año, con unos seis meses de diferencia, las elecciones de ayer y las generales.

En las municipales y autonómicas de ayer, las huestes de don Mariano han perdido casi todos sus feudos, como no podía ser menos. Pero han tenido la suerte de que buena parte de ellos no han ido a parar a un partido contrario con mayoría suficiente, de forma que el PSOE -que se sigue hundiendo en general- tendrá que coaligarse con sus amigos naturales, los comunistas de pelaje variado -Podemos y sus sucursales, IU, cada vez más hundida, ultraizquierdistas de barrio o pueblo-, en cumplimiento de las reverdecidas consignas de la III Internacional.

Traer a colación la III Internacional y la Komintern, me dirán, está fuera de lugar, no viene a cuento, ya hace años que desaparecieron. Y así es, en efecto, y al menos en lo que nos es dado conocer. Pero sus consignas, su lavado de cerebro, sus maniobras ante los pasmados liberal-burgueses, siguen siendo válidas. Y ya verán ustedes como, en todos los sitios donde se presente la oportunidad, van de la manita PSOE, Podemos, IU y sucedáneos de unos y otros.

Todos contra el PP -como ya hiciera Zapatero- y como ya hicieron en la II República contra la CEDA. Eso -me dirán los ciudadanitos bienpensantes y moderados- no es posible, ya pasaron esos tiempos y los comunistas son demócratas. 

¿Ya pasaron esos tiempos? No han pasado en Cuba, ni en Venezuela, ni en Bolivia, ni en media Hispanoamérica, llena de regímenes que no cumplen ni por asomo los niveles exigidos por los países que se tienen por ejemplo de democracia. Y nadie hace nada al respecto, salvo alguna declaración puntual y comedida, no se nos vayan a molestar los rojos y nos tilden de fascistas. Es decir: las directrices de la Komintern (III Internacional) perduran en la actitud de las llamadas democracias, prestas a bajarse los pantalones ante el miedo a parecer fascistas ante un enemigo para el que todo el que no sea comunista es fascista.

Veremos, pues, una reedición del Frente Popular -invento de la Komintern- que pretenderá reducir al mínimo a los fascistas -o sea, a los que no formen parte de ese Frente Popular- y que se entregará a la orgía de despropósitos que suele acompañar a los que -Longanessi dixit- no tienen ideas, sino antipatías

Y como no son listos -listillos si, pero no es lo mismo-, lo harán ya, desde el primer momento, echando gestos a las masas -los comunistas son muy dados a la consideración del ser humano como masa- para satisfacer a la fiera. 

Esta es la suerte de Rajoy que da título a mi comentario. Hay seis meses de plazo para que el ciudadanito votante escarmiente y vuelva a su redil, y si el frentepopulismo rampante no se anda con cien ojos, la situación puede dar un vuelco considerable en medio año por la única Ley que se cumple a rajatabla en nuestro sistema político: la del péndulo.


viernes, 22 de mayo de 2015

SOBRE LA "CAZA DE BRUJAS" DE UN OBISPO.


Lo dice La Gaceta: El obispo Franco participa en la caza de brujas de la Memoria Histórica. Pide la colaboración del abogado ultraizquierdista Eduardo Ranz, que ha denunciado ya a 23 prelados, para elaborar un mapa de 'vestigios franquistas'.

El caso es que el tocapelotas rojo se ha dedicado en los últimos años a denunciar a cualquiera que tenga respeto por la Historia, por la verdad y por la simple y llana realidad, basándose en la Ley de Memez Histérica de aquél señor rojo Rodríguez -se lo decía él-, que llegó a Presidente del Gobierno en tren de cercanías. Y don César Augusto Franco, obispo de Segovia, le ha pedido ayuda al rojo para identificar qué cosas de las que hay en su Diócesis pueden molestar a los segundorepublicanos con el fin, evidentemente, de quitarlas. 

El señor Obispo, por lo tanto, toma parte en la guerra a favor de los, al cabo, vencedores, con manifiesto olvido y condena de los que -quiéralo o no el valiente y recto cura y el rojo asaltatumbas- cayeron por Dios y por España. Del otro lado solía caerse más por la madrecita Rusia de los cojones, aunque no niego que en ocasiones quienes cayeron tuvieran la esperanza de hacerlo por una España mejor que aquella mierda de república segunda.

Pero a lo que voy, que es a loar la fidelidad del señor Obispo, su valentía, su espíritu de sacrificio y, si me apuran, su predisposición al martirio por la causa de la fe, y a ayudarle en su cometido. Por ello, debo indicarle al señor Obispo de Segovia, don César Augusto Franco, que ya puede ir dimitiendo y abandonando no sólo su provincia, sino España. 

Porque lo que está claro es que el vestigio más evidente de la dictadura de Franco -no el cura, sino el otro, el bueno- es la Iglesia Católica en España. 

(Luego -dicho sea entre paréntesis- se extrañarán de que los católicos mandemos a la jerarquía a deglutir excrementos o, directamente, a tomar por el mismísimo camino recto, y la próxima vez que vengan mal dadas miremos a otro lado.)


jueves, 21 de mayo de 2015

SOBRE ERRORES INFORMÁTICOS.

Error cometido por -dice El País- el Gobierno vasco, al incluir entre grupos terroristas a la Guardia Civil, así como a  "Galindo, Dorado, Bayo", y "Saenz de Ynestrillas, Duce".

El error -denuncia Covite- se encuentra en una base de datos de la Secretaría de Paz y Convivencia a la que se accede a través de la web de la Lehendakaritza. O sea -digo yo- que no es que esté en la página de un aficionado o de un hideputa sin graduación.

Sin embargo, esto de los errores informáticos lo comprendo perfectamente. Los ordenadores son máquinas tontas, y para su correcto funcionamiento necesitan personas razonablemente listas. Cuando el ordenador lo maneja un tonto, ocurren errores informáticos como el acontecido en la web del gobiernillo autónomo de Vascongadas.

Digo que lo comprendo, y aún lo sufro con frecuencia, porque también hay ordenadores que parecen tener ideas propias, y a veces hasta los periféricos -entiéndase que los periféricos informáticos (ratón, teclado), y no periféricos regionales- tienen sus propias voluntades.

Así, entiendo que a los periféricos baskos el ordenador les haya jugado la mala pasada de poner Guardia Civil donde ellos querían, sin duda, poner Gran Cabrón, evidente indicativo de Sabino Arana, padre de la plena gilipollez separatista, aldeana, cazurra, racista y criminal.

Lo entiendo, porque a mí me pasa igual, y mi teclado -en realidad, cualquiera de los tres que uso habitualmente, pero vaya en singular por facilitar la lectura- tiene su propia manera de entender las cosas, resumirlas, definirlas y clarificarlas.

Así, cada vez que escribo una "b", me ofrece entre las opciones las de basko (que no, evidentemente, vasco, porque mi teclado sabe ortografía y sabe distinguir entre las personas), basto, bestia, bergante, birria, borrico, bruto, burro... en fin, cosas que pueden comprenderse, porque a fin de cuentas es un listado alfabético de términos políticamente equivalentes.

Lo curioso llega cuando escribo una "h". Porque entonces mi teclado manda una extraña señal a la CPU, por la que esta interpreta que pretendo decir hideputa -nada descabellado, dada mi afición por el cervantino apócope-; pero a continuación ofrece otros términos -etarra, peneuvero, separatista, asesino- que ortográficamente no presentan coincidencia.

Igual trasvase de lo ortográfico a lo conceptual ocurre si, por ejemplo, intento escribir Iñigo Urkullu; que el jodío ordenador me pone Imbécil Capullo. ¿Y qué me dicen cuando me cambia Arzallus por Canalla, que ni siquiera hay coincidencia de iniciales? Pues, ¿y de la habitual sustitución de PNV por ETA?
En fin: lo dicho, señor fiscal: que los errores informáticos tienen estas cosas, y que cuando guste puede llevarse mi teclado a la cárcel, para que le haga compañía a los ordenadores del gobiernito autónomo de las provincias Vascongadas. Por mi parte, soy tan inocente como el señor -capullo (no, no es eso...), cabrón (tampoco...), canalla (que no...) asesino (no, no, no...)- Urkullu (ahora si), en estos errores informáticos.

lunes, 18 de mayo de 2015

SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL.

Como se pueden imaginar los presuntos lectores que aún me queden, si es que queda alguno, ando más bien abúlico para el comentario político, y no digamos el religioso, que tan buen juego daría de querer entrar en él.

Abúlico, no por dejadez, sino por aburrimiento; porque cada día es como el anterior y vaticina el siguiente; porque cada día se repite, pleno de estupideces que se plagian unos a otros sin moderación; porque cada día, al ver la prensa, me parece que el periódico es el de la jornada previa, y a veces incluso es así.

En cuanto a lo religioso, díganme si no es para tronar la alarmante sucesión de gilipolleces que estamos leyendo, oyendo y viendo, sobre los supuestos pastores. Pastores que -como en caso reciente Mons. Juan Vicente Córdoba, sj, obispo de Fontibón- afirman no saber si algún apóstol era mariconcito, ni si María Magdalena era lesbiana, pero parece que no porque bastantes pasaron por sus piernas. Acaso -permítanme suponer- como algún familiar próximo del dicente, porque el interfecto es un auténtico hijo de... y ya me entienden. 

Nada extraño, si tenemos en cuenta que el cura Paco -por otro nombre Cardenal Bergoglio, o sea, el Obispo de Roma, que es como se considera el interfecto, con desprecio patente al resto del Orbe- dirige la Iglesia como si fuera una multinacional que debe establecer alianzas comerciales con la competencia, a base de transigir con lo que sea para lograr el negocio.

Se pregunta uno si estos pastores -lo mismo el obispo de los mariconcitos que el presidente del consejo de administración de Iglesia S.A.- creen de verdad en lo que dicen representar. Porque cada vez me parecen más unos simples charlatanes, que a todo se amoldan con tal de vender su burra, y no tienen reparo en actualizarse con las modas de la sociedad para no perder clientela. También se pregunta uno si a la Iglesia Católica le vale de algo tener tantos o cuantos millones de fieles nominales, si los dichos fieles se pasan por allí mismo lo que la Iglesia Católica enseña. 

¿O de lo que se trata -de lo que trata el señor Bergoglio- es de amoldar las enseñanzas de la religión a los gustos de sus bases? ¿Se trata de adoptar las ideas acomodaticias de los que van a las reuniones semanales -no tengo valor para llamar a eso Misa, porque dudo mucho que ellos mismos tengan fe en que allí está presente Nuestro Señor; que Dios se hace Carne y Sangre en las manos del descreído del púlpito- para que no se vayan a otra religión menos exigente? 

De verdad: ¿de qué coño vale tener los locales parroquiales más o menos llenos, si el cincuenta, setenta o noventa por ciento no cree; si opina -en encuestas patrocinadas por el Vaticano- que hay que admitir a los divorciados, a los -dicho sea, señor fiscal, con las palabras del precitado obispo- mariconcitos en sus emparejamientos, que hay que admitir -lo dice don Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá- que los homosexuales adopten, que los arrejuntes prematrimoniales -o sea, como cuando España era una nación civilizada y los melones se vendían a cala- están bien, y que hay que abrirse a las herejías diversas y religiones enemigas. Enemigas, por cuanto asesinan a los católicos y por dogma tienen despenar perros cristianos.

En fin, que iba a hablar de la campaña electoral, pero ya ven que me ha salido el tiro por otro sitio. No quería entrar en estos temas de la jerarquía eclesiástica porque les tengo cierta aprensión desde que me vi envuelto en una polémica durante mi época de director de EJE. Polémica que me supuso autocondenarme a publicar dos réplicas en el espacio normalmente dedicado a mi sección y, lo que fue más penoso, la pérdida de un suscriptor.

No quería entrar al tema porque ni soy teólogo, ni soy periodista informado, ni soy, siquiera, católico medianamente practicante. No lo soy -lo de católico practicante, digo- precisamente porque estas aperturas eclesiales me hacen carecer de fe en la jerarquía, y porque pienso que, al final, la única manera de tener posibilidades de salvar el alma va a ser abandonar esta Iglesia. Y, si acaso -como aquellos requetés de no hace mucho más de un siglo-, rezar por la conversión del Papa. Nada nuevo bajo el Sol.

Tampoco es que haya mucho nuevo en la cuestión de las elecciones. ¿Es nueva la corrupción a izquierda y derecha? ¿Es nuevo el incumplimiento de los programas electorales, esos que según el difunto profesor Tierno no había que cumplir? ¿Es nueva la concatenación de estupideces de los de acá, los de allá y los de acullá? 

Evidentemente, para adueñarse de la voluntad de las masas hay que poner en circulación ideas muy toscas y asequibles; porque las ideas difíciles no llegan a una muchedumbre; y como entonces va a ocurrir que los hombres mejor dotados no van a tener ganas de irse por esas calles estrechando la mano al honrado elector y diciéndole majaderías, acabarán por triunfar aquellos a quienes las majaderías les salen como cosa natural y peculiar.

¿Hay mejor definición del sistema liberal, mejor bosquejo de lo que se presenta a las elecciones?

Las reclamaciones, señor fiscal, a don Ángel Ganivet.

miércoles, 13 de mayo de 2015

SOBRE LAS DECISIONES DE RAJOY.


«Gobernar es tomar decisiones», afirmó -según El Mundo de hoy, página 5- don Mariano Rajoy en un mitin electoral.

Interesante afirmación, que acaso propondrá como norma para una hipotética próxima legislatura de gobierno, habida cuenta de que en la que acaba no lo ha hecho. A lo más que ha llegado don Mariano, es a permitir que los problemas se enquisten, se solapen, se pudran y desaparezcan del primer plano por la urgencia de otros nuevos con los que ha seguido el mismo sistema.

«El PP tiene ideas profundas, convicciones firmes, y las va a defender, sobre todo en los momentos difíciles, como se ha demostrado a lo largo de los últimos años», aseguró Rajoy.

Perfecto: lo demostrado en los últimos años es lo que tiene que ofrecer el PP; sus ideas profundas, sus convicciones firmes. 

Es decir: las ideas y las convicciones del PP son dejar el aborto prácticamente como lo puso Rodríguez; volver la vista a otro lado con el separatismo catalán; soltar etarras a mansalva; permitir que algunas autonomías nos chuleen a todos los que habitamos en las que cumplen; esconder la jeta ante su propia corrupción y no incidir demasiado en las ajenas; privatizar la administración pública tras demonizar a los funcionarios y ampliar las designaciones a dedo... En fin, sumen ustedes lo que gusten.

Esas son las convicciones del PP, y su idea -según muestra cualquier hemeroteca- es mentir en su programa electoral y engañar a los ciudadanos. 

Ahora, vuelvan a votarles. Y vuelvan a quejarse mañana.

sábado, 25 de abril de 2015

SOBRE LA FIESTA DE IZQUIERDA HUNDIDA.

Partidete, partiducho, coalicioneja, loquesea, que al parecer sigue existiendo. Al menos, sigue existiendo lo suficiente -o sea, en la vida artificial del parlamento cotorrista- como para hacer el ridículo. O, lo que es lo mismo, para presentar -dice La Gaceta- una proposición no de ley pidiendo que el día de la República sea fiesta nacional.

De la República segunda, claro; estos tipejos son tan incultos, que ni siquiera saben que antes del ordinal segundo debe haber forzosamente un primero.

En la exposición de motivos de la iniciativa, -cuenta el citado periódico- IU hace un repaso de los hitos alcanzados (...) la libertad ideológica, el reconocimiento del sufragio universal y el voto femenino, el derecho al divorcio, a la libertad de opinión, de conciencia y de culto, la separación de poderes o la supresión de la censura o la separación Iglesia-Estado.

No voy a decir eso de vayamos por partes -porque estos idiotas tienen pocas partes-, pero si comentaré uno por uno los hitos.

Libertad ideológica. La libertad que socialistas y comunistas se pasaron por el forro del golpe de Estado de la Revolución de Asturias cuando ganó las elecciones la derecha. O la que le ejercieron a don José Calvo Sotelo, diputado amenazado por la comunista pasionaria en pleno hemiciclo, y asesinado por las fuerzas de seguridad de la República segunda. O la que los rojos de mierda ejercieron, a su manera -o sea, asesinando- contra decenas de falangistas.

Reconocimiento del sufragio universal y el voto femenino. Lo primero, usando la motorizada socialista para el pucherazo de las elecciones del 36; lo segundo, impuesto por la derecha con la máxima oposición de la izquierda, que consideraba que la mujer era más conservadora y no la quería votando.

Derecho al divorcio. Que a la izquierda le interesaba bastante poco, porque ellos a lo que estaban era al hijos si maridos no pasionario, o a los vales por seis porvos con la Lola


Libertad de opinión, de conciencia y de culto. Según se demostró desde los primeros instantes, con la quema de iglesias y -ya puestos a ello- de conventos, de museos, de colegios, de archivos y de todo lo que le saliera de la boina al paleto soberano. Libertad que culminaría con los paseos a miles de sacerdotes y a decenas de miles de católicos sin graduación.


La separación de poderes o la supresión de la censura o la separación Iglesia-Estado. Separación de poderes demostrada en que el ejecutivo se pasara por el forro de los esbirros las sentencias judiciales, como la que declaraba perfectamente legal a la Falange Española de las JONS, que nunca fue cumplida. Supresión de censura como la que se ejerció permanentemente -por derechas e izquierdas; esto es: indistintamente entre 1934 y 1936- contra la prensa falangista; y la que se ejerció -desde febrero de 1936- contra toda la prensa en general. De la separación Iglesia-Estado ya se dijo: la Iglesia fue separada a tiro limpio.

Sirva todo lo cual como exposición de motivos de mi propuesta -de simple corrección de errores- para que estos mamarrachos izquierdosos hundidos en la ceporrez absoluta, sean devueltos a la escuela primaria. 

O a los corrales.

martes, 21 de abril de 2015

SOBRE EL CRIMINAL GARZÓN.

Que, en este caso, no es el juez prevaricador, sino el comunista de IU. Aunque, así dicho, lo mismo quedan dudas, porque el de las puñetas también... en fin, ustedes ya saben.

Bueno, a lo que iba es a comentar lo que informa La Gaceta: que el comunista Garzón ha expelido -porque estos cabrones no hablan, expelen, o regurgitan- que la Guardia Civil asesina inmigrantes en la frontera de Melilla.

No voy a explicar una vez más que la inmigración ilegal priva de cualquier derecho cívico al que la ejerce, lo cual se deriva de la ilegalidad de su estancia; no voy a explicar otra vez más que cualquier Estado serio -eso que llevamos ocho lustros sin saber qué coño es- repele con la fuerza necesaria cualquier intento de invasión. Ambas cosas son perfectamente claras para las personas racionales, y para las puñeteras bestias -léase animales y, en consecuencia, irracionales- ninguna explicación será suficiente.

Quizá al señor Garzón -irracional comunista- le convendría encontrarse en medio de una avalancha de salvajes que apedrean, apalean y navajean, a ver por dónde salía con su gilipollez. Pero temo que eso no sea posible; al menos mientras la Justicia española carezca de la necesaria imaginación para, por ejemplo, condenar al comunista Garzón, por la clara difamación cometida, a patrullar durante seis meses la frontera de Melilla.

Gracias a Dios, la Unión de Guardias Civiles, en un comunicado sobre este asunto, sí le echa su miajita de mala uva -tan útil para tratar con malas bestias- y aclara: Desde luego, los guardias civiles del siglo XXI poco y nada tenemos que ver con los de otra época en la que los derechos claramente no existían como también debemos ser claros al afirmar que los militantes y representantes del partido que el señor Garzón dirige tampoco son comparables a los que en ocasiones han arrebatado en esos mismos tiempos derechos fundamentales como es el de vivir...

Y también recuerda: Rectificar es de sabios señor Garzón.

Lo cual -añado por mi cuenta- clarifica bastante el motivo por el que a este gilipollas le resulta metafísicamente imposible rectificar.

jueves, 16 de abril de 2015

SOBRE EL CHANTAJE GRIEGO.

Según La Gaceta, el ministro de Defensa griego, Panos Kamenos, anuncia que dejará acceder a Europa millones de inmigrantes, incluidos yihadistas, si Bruselas no da marcha atrás con sus políticas austeras. (...) Hace una semana el titular de Exteriores, Nikos Kotzias, escenificó la respuesta del país heleno ante una posible salida del euro: ''Habrá diez millones de inmigrantes y miles de yihadistas''.

Y todo ello, porque lo que quieren los gobernantes griegos es que su deuda la paguemos los demás, y encima les permitamos seguir surtiendo de sopa boba a sus votantes, porque eso es lo que tiene la ultraizquierda: que es la mar de solidaria con el dinero y el trabajo de los demás.

Pero, ya que los gobernantes griegos se ponen a amenazar o, mas bien, chantajear, creo que el tiempo de la diplomacia está a puntito de acabarse, y habrá que tomar otras medidas. Por ejemplo, la inmediata expulsión de Grecia de la Unión Europea, embargo económico hasta que paguen sus deudas y, por supuesto, cierre de las fronteras -si hace falta, utilizando el dinero que los griegos exigen con su chantaje en construir un buen muro defensivo- para impedir ese envío de terroristas a nuestras casas.

martes, 14 de abril de 2015

SOBRE LOS CAVERNÍCOLAS.


Cavernícolas que tal día como hoy, 14 de abril, celebrarán el advenimiento de su segunda República, caída del cielo por la casualidad del miedo de unos y de la desfachatez de otros. 

No vino aquella República segunda de la mano de la voluntad popular, porque los republicanos habían perdido -ampliamente- las elecciones municipales que la antecedieron. Su llegada fue, de hecho, profundamente discriminatoria hacia los votantes de ciudades pequeñas, pueblos y villas, donde ganaron los monárquicos, frente al triunfo de los republicanos en las grandes ciudades, aunque sin mayoría en el número de concejales electos en el cómputo general.

Pero a aquella República no le importaban los ciudadanos, sino las masas; fue una República de altercados y algaradas; de golpes de Estado de la izquierda (1934) contra las urnas que daban el triunfo electoral a la derecha (1933); de tiros a la barriga contra los anarquistas andaluces (Casas Viejas) amotinados contra Azaña; de persecución religiosa y destrucción del patrimonio cultural por parte de los talibanes socialistas.

Aquella es la República que hoy festejarán los cavernícolas; los que siguen anclados al comienzo del siglo XX; los que no han aprendido nada, ni saben nada, ni les importa nada mas que el tópico. 

No son republicanos, sino segundorepublicanos. Si fueran republicanos, celebrarían la Primera República, aquella que vino de la abdicación de Amadeo I. Pero no; para ellos, los que hoy gritarán como guarros en cochiquera -y perdóneseme el símil, sobre todo porque no lo es- la República es la Segunda: la República de sangre y mierda que comenzó quemando iglesias y destruyendo obras de arte, y prosiguió matando curas, monjas, gente que iba a Misa, que usaba bigote o que pasaba por allí. 

Esa es la República que quieren: la segunda. La que nos van a meter cualquier día de estos los señoritos bolcheviques, los señoritos liberales, los señoritos de derechas de toda la puta vida, los señoritos de hacerse un partidito para salir en los papeles, los señoritos de trincar pasta gansa a manos llenas, los señoritos de la jerarquía eclesiástica y los señoritos monárquicos. 

Y a mi, que no soy monárquico, no me parece mal. Porque la situación es tan pútrida, que ya no caben parches; que es necesario tirarlo todo abajo, derribar el edificio ruinoso y comenzar de nuevo. Así es que, sin mover un dedo para traerla, no sufriré lo más mínimo cuando venga, no la Tercera República, sino la Segunda bis.

Es el camino para que llegue, nítida e históricamente inevitable, la República Nacionalsindicalista.


miércoles, 1 de abril de 2015

SOBRE LA VICTORIA.

Victoria acaecida hace 76 años sobre el rojerío y el separatismo.

Victoria que ya sólo deberíamos recordar unos cuantos aficionados a la Historia, si no fuera porque los vencidos nos la hacen presente cada día, porque no parece sino que Yagüe y Varela, y las Columnas del Sur, estén a puntito de llegar a Madrid cualquier día de estos, tras liberar una vez más el Alcázar; y los rojoseparatistas se apresten a poner en línea las Brigadas Internacionales, debidamente depuradas por el carnicero de Albacete, André Marty por otro nombre.

No parece sino que los requetés y falangistas de Mola se estén asomando a Somosierra, y los falangistas gallegos anden artillando bous, y los legionarios rebusquen botellas para metérselas al señor Molotov por el trasero de sus tanques.

No parece, en fin, sino que Franco acabe de ser nombrado Jefe del Estado por sus iguales, o que el difunto Juan Sin Tierra -entonces rubio mocetón aspirante a legitimidades imposibles- se vaya a presentar pidiendo incorporarse a filas para que -Mola primero, Franco después-, lo manden a cuidarse en Roma, junto a su huidizo padre.

Y lo parece todo ello porque no pasa un día sin que un rojo, un separatista, un cobarde, un macaco inmaduro extranjero o un gilipollas como el Anson de ayer -todo ello condiciones perfectamente compatibles entre sí y acumulables- no eche su cuarto a espadas contra Franco y contra los militares golpistas, en cuya categoría deben entrar -si su estupidez les permite la cuenta- los cientos de miles de voluntarios requetés, falangistas o -simple y llanamente- españolitos hasta el gorro de aquella república de sangre y mierda que llevó el ordinal segundo.

Todos, del primero al último, alineados en el bando de la chusma de entonces -de Azaña abajo, todos- y tratando de ganar en las rotativas o en las ondas la guerra que perdieron en los campos, y aun les escuecen las carreras en pelo.

Por eso está hoy tan viva como siempre, y más viva que nunca, la Victoria del 1º de abril. Porque los rojos, los separatistas y los extranjeros hideputas -desde el macaco maduro del río Orinoco hasta la juez servil del río de la Plata, pasando por chusma europarlamentaria, onus y demás burdeles de la internacionalidad- la recuerdan todavía, la tienen presente como si ayer mismo fuera el día en que el Excelentísimo Señor D. Francico Franco Bahamonde, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España por la Gracia de Dios, hubiera firmado esto:




martes, 31 de marzo de 2015

SOBRE LA ANTICIPACIÓN DE UN SEÑOR ANSON.


El señor Anson es el único monárquico de España. Lo fue cuando serlo era la forma de destacarse, en vista de que su vulgaridad le incapacitaba para destacar, que no es lo mismo. Entonces -cuando Luisito se destacaba- había en España, desgraciadamente, dos monárquicos: él -lo cual nos importaba a todos tres leches- y Franco.

Ahora, el señor Anson escribe esto en su columna de El Mundo de hoy:

EL DÍA 18 de octubre de 1992, Don Juan III recibe en la Clínica Universitaria de Pamplona a dos redactores del Diario de Navarra, Javier Errea y Santy Mendive, y les dice: «Veo a España mal, algo desgarrada y con su unidad amenazada». Se anticipaba así en más de 20 años al órdago secesionista de Arturo Mas y Oriol Junqueras.

¡Menuda anticipación, Luisito! ¡20 años!. Realmente pasmosa la anticipación del difunto Juan tres palos, habida cuenta de que habíamos sido cientos de miles los españoles que -desde el nivel de la calle, y sin un mal palacete que llevarnos a las entrevistas con los consejeros- lo habíamos venteado hace exactamente 40 años. Algunos hubo que lo vieron venir antes, y lo escribieron, y algunos lo dijimos de palabra ya en 1976, y empezamos a decirlo, por escrito, en 1977. Concretamente en la revista Fuerza Nueva, y después en la sección del Escaño Nacional de El Alcázar, y luego en EJE, y a continuación en La Nación y ahora en este blog. 

Hablo de mi trayectoria personal porque no quiero meter a nadie en líos pero, evidentemente, no he sido el único. Ni mucho menos. Así es que podríamos decir -puedo decir- que en lo que a anticipación se refiere, le hemos dado sopas con honda al difunto no rey. A Luisito Anson, por supuesto, también.

Y eso que el pobre Luisito, tan monárquico, intenta colarnos aquél patético manifiesto de 1945 como prueba de larga lucidez política. En aquél año, el Conde de Barcelona -el mismo que en 1936 se había presentado ante el General don Emilio Mola Vidal vestido con camisa azul y boina roja pidiendo incorporarse a los, en palabras de Anson, "secuestradores de la soberanía nacional"- clamaba por la aprobación inmediata, por votación popular, de una Constitución política; reconocimiento de todos los derechos inherentes a la persona humana y garantía de las libertades políticas correspondientes; establecimiento de una Asamblea legislativa elegida por la Nación; reconocimiento de la diversidad regional; amplia amnistía política; una más justa distribución de la riqueza y la supresión de injustos contrastes sociales.

Pero -añade Luisito- gobernaba España el dictador Francisco Franco, que encarnaba un régimen profundamente totalitario. Vencedor en 1939 de la guerra incivil, el caudillo, amigo del fürher Hitler y del duce Mussolini, era el amo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire y de todos los resortes del Estado, sin excepción. Don Juan fue perseguido hasta la náusea.

Pero el dictador Franco presentó a los españoles, para su ratificación mediante el voto, la Constitución que tomó el nombre de Leyes Fundamentales. Varias Leyes, entre otras cosas porque es absurdo meter en el mismo saco la exigencia de que el heredero al trono sea preferentemente varón -cuestión de poca importancia para el Estado y para los españoles- y la unidad nacional.

El dictador Franco llevó a las Cortes -la asamblea legislativa elegida por la nación a que aludía el no rey Juan- el Fuero de los Españoles, que reconocía "los derechos inherentes a la persona humana" -incluyendo el derecho a un salario mínimo suficiente para el desarrollo de la vida familiar, consignado casi veinte años antes en el Fuero del Trabajo- y las "libertades políticas correspondientes" a los ciudadanos que no se ven sometidos a las castas parasitarias de los políticos profesionales.

El dictador Franco favoreció la conservación de las diversidades culturales regionales, recomendando a la Sección Femenina la recuperación de un folclore que casi desaparecía; y -pasados los primeros momentos en que los catalanes hartos de separatistas acuñaron aquello de la lengua del imperio- se celebraron certámenes literarios en catalán o gallego. En lo que ahora llaman euskera no, porque no existía. El actual euskera no es sino el batúa, refrito de diversos dialectos vascongados realizado por una comisión de lingüistas en plena época de Franco. Véalo el señor Anson, si no me cree, en la hemeroteca de su antiguo periódico; la de ese ABC del que le echaron por causas que no conozco, pero imagino.

Para Luisito Anson, Franco era amigo de Hitler y de Mussolini. Se comprende que, dada su provecta senectud, el monárquico juanista no se acuerde de que Hitler prefería un dolor de muelas a entrevistarse con Franco -tanta era la amistad que se tenían, Luisito- y de que Mussolini -menos alejado que Hitler del carácter hispano- podía resultar más simpático como Jefe del Gobierno de la monarquía italiana.

Y claro: como Franco no llamó al Conde de Barcelona para regalarle la corona que su señor padre, Alfonso XIII el huidizo, había arrojado por el camino de Cartagena, el triste Juan sin tierra fue perseguido hasta la náusea.

Mira, Luisito: a ese Juan III que nunca existió en España sólo lo recordaban tres aficionados a la Historia, dos desocupados de algún casino de pueblo, cuatro monigotes como tu y, desgraciadamente, el Excelentísimo señor D. Francisco Franco. Eso es lo que le debía doler al Conde de Barcelona: el que nadie le hiciera el menor caso, el que España se hubiera olvidado de su efigie y de su nombre, al mismo tiempo que olvidaba la miseria, la marrullería política, el clasismo infundado de la monarquía alfonsina; los robos, desmanes y asesinatos de la república que nos dejó su señor padre.

Marrullería política, clasismo; robos, desmanes y asesinatos que ese Juan sin tierra al que Luis María Anson le concede un ordinal que nunca tuvo, estaba empeñado en devolvernos. Porque lo que él quería era reinar. Reinar a costa de lo que fuera, incluso de volver a España de la mano de los socialistas que habían asesinado a tantos monárquicos, de los republicanos que habían echado a su padre. Reinar aún a costa de la secesión nacional, porque en su camarilla nunca hizo ascos a los separatistas.

Franco lo sabía; se lo vio venir -era mucho D. Francisco para tan poco Juanito- y Juan de Borbón no pasó de ser el eterno pretendiente de una Corona fenecida. Por mucho que su hijo -en uso de las prerrogativas de Jefe de Estado que le otorgó el pueblo español a propuesta del Generalísimo- le mandara enterrar en El Escorial con la inscripción «Ioannes III, Comes Barcinonae», Juan III, Conde de Barcelona.

Pues te jodes, Ansón que insulta muertos y difama héroes, que no pudo poner Ioannes III, Hispoaniarum Rex.

Porque nunca lo fue.

martes, 24 de marzo de 2015

SOBRE LAS CONSTRUCCIONES NAZIS EN ARGENTINA.

Según nos cuenta La Gaceta, un equipo del Centro de Arqueología Urbana (CAU) informó haber hallado tres edificios levantados por los nazis en medio del parque Teyú Cuaré de la provincia argentina Misiones.

Y añade: la aeronáutica nazi generó un proyecto secreto de construcción de refugios para que los más altos jerarcas nazis pudieran esconderse allí tras una derrota", comunicó a 'Clarín' el director e investigador del CAU, Daniel Schávelzon. Los investigadores llegaron a tal conclusión tras haber hallado varios objetos como porcelana y monedas alemanas de los años 1938 y 1944, lo que indica que la construcción pudiera pertenecer a los nazis.

¡Menos mal!. Los investigadores aportan pruebas incontrovertibles, incontestables, nítidas: hay porcelana, y monedas alemanas fechadas entre 1938 y 1944.

Ahora, me gustaría qué pueden decir sobre mí los arqueólogos urbanos argentinos, teniendo en cuenta -no hace falta que vengan a mi casa, ya se lo cuento yo- que tomo mi café en una taza que dice que está hecha en Ucrania, que tengo monedas de la monarquía alfonsina, algún billetejo de la Segunda República -de aquellos que eran como estampitas y valían exactamente eso-; y también monedas argentinas, entre algunas cosas más.

¿Soy acaso un ucraniano partidario de la república de Alfonso XIII en Argentina?. ¿Soy un argentino que quiere establecer la monarquía alfonsina en Ucrania?.

Se lo pongo más fácil: tengo también -cuidadas con el máximo esmero- un par de monedas de la feroz dictadura franquista; de aquellas de 500 pesetas de plata, así es que mi casa debe ser un búnker fascista.

Abierto, por supuesto, a camaradas, y cerrado a investigadores idiotas.

sábado, 21 de marzo de 2015

SOBRE LAS CUESTIONES MORALES DE DOÑA CRISTINA CIFUENTES.

Señora Delegada del Gobierno en Madrid y candidata a presidir esta Comunidad Autónoma por el PP que, en declaraciones en la COPE ha dicho -más o menos- que el aborto es una cuestión moral de cada uno.

Partiendo del hecho científico -nada de moral ni de religión, sino pura ciencia- de que el feto tiene características genéticas únicas e irrepetibles desde el momento de la concepción, doña Cristina está afirmando que lo del asesinato es una cuestión de la moral de cada uno.

De forma que -como los tontos se repiten interminablemente- me veo en la obligación de responder lo que acostumbro: que aprueben una Ley declarando que es un derecho de cualquier ciudadano el de pegarle dos bofetadas a los Presidentes del Gobierno, y dejen a mi moral particular la elección de ejercitarme con don Mariano.

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