Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 22 de diciembre de 2025

SOBRE LA GRAN VICTORIA DE QUEDARSE IGUAL.

El PP se las prometía muy felices, con sus encuestas encumbrando la soberbia hasta el límite, y la señora candidata pepera manteniendo, muy ufana, sus "líneas rojas" frente a VOX.

Y resulta que se queda prácticamente como estaba, con un solo escaño más. O sea, que más ridículo no cabría entre gentes normales. Pero esta no son gentes normales. Lo mismo es que no son ni siquiera gentes, sino caricaturas.

A su ridículo, la señora Guardiola pretende añadir el de dirigirse primero al PSOE del candidato encausado, probablemente para -dentro de lo que son los peperos- ofrecerse al perdedor.

Porque en las elecciones regionales de Extremadura, el PP simplemente se mantiene; lo cual, después de la que está cayendo con la corrupción socialista, no es para estar contento. El auténtico ganador -esto es: el que mejora ostensiblemente los resultados previos- es VOX, que gana 6 escaños. 

Y yo -siempre lo repito para que no haya dudas- no soy de VOX, pero prefiero que gane VOX a que lo haga la PSOE o la PP, o los mamarrachos guarriunidos. Porque no soy de VOX, pero nunca he sido tampoco de los soberbios que miran por encima del hombro la realidad que no les gusta, y se suben a torres de marfil desde las que despreciar a los que viven en el mundo y no en las utopías de salón.


Publicidad: