Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 19 de mayo de 2014

SOBRE LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SEÑOR SORIA.

Don José Manuel Soria, ministro de Industria, que -dice El País- apuesta por recuperar la industria como motor del crecimiento. "Necesitamos reindustrializar España," ha declarado al parecer.
 
Muy bien, don José Manuel. Para que no digan que no soy constructivo, le voy a sugerir algunas cosas, a ver qué le parecen.
 
¿Qué tal si instalamos unos Altos Hornos en Vizcaya? ¿Y qué le parece otros en Sagunto? ¿Qué tal una empresa de automoción dirigida por españoles, gestionada en España, que firme alianzas si ha lugar, pero no sumisiones al extranjero?
 
¿Qué le parecería tener una potencia de primer nivel mundial en astilleros, en los que hasta los países más lejanos hicieran sus encargos porque fueran conocidos y reconocidos como fiables y de la máxima calidad?
 
¿Qué tal una compañía de telecomunicaciones nacional, que sirviera razonablemente a los clientes de España sin pensar principalmente en los mercados exteriores, en las triquiñuelas de la Bolsa y en el beneficio desorbitado a toda costa?
 
¿Y una compañía aérea que sirviera todos los destinos del ancho mundo con garantía, eficacia y precios razonables para una alta calidad de servicios?
 
Si; ya se lo que me van a decir los amigos lectores: que todo esto ya lo tuvimos. Y es exacto; esto y mucho más, don José Manuel. Pero, claro, eran otros tiempos. Antes de que ustedes -perdone la personalización, los suyos quiero decir; los politicastros mangoneantes desde hace casi cuarenta años, de cualquier partido- lo malbarataran todo en aras de la caricia despectiva del Mercado Común en sus lomos serviles.

No hay comentarios:

Publicidad: