Que ha afirmado en una entrevista -de la que se hacen eco La Gaceta y 20 Minutos, que son los que consulto, pero ahí les dejo la imagen de la portada de La Vanguardia-, que "Si España no se mueve, hay riesgo de ruptura".
Y luego se explica: "Si España pretende que el diseño de las autonomías que se hizo en su momento es inamovible, ahí no hay punto de encuentro sino de ruptura. Y también depende de ellos".
En esto, quien me lo iba a decir, estoy plenamente de acuerdo con el señor Mas: el diseño de las autonomías no es inamovible, y supone un riesgo de ruptura.
Obviamente, no por su idea de que el Estado Central -esto es, los demás españoles- le paguemos la deuda que ha dejado el señor Montilla, para lo que reclama nada más que 20.000 milloncejos, pobrín.
Lo que urge escuchar a don Artur, y tomar las medidas pertinentes: disolución de las autonomías, con la simple aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Y luego se explica: "Si España pretende que el diseño de las autonomías que se hizo en su momento es inamovible, ahí no hay punto de encuentro sino de ruptura. Y también depende de ellos".
En esto, quien me lo iba a decir, estoy plenamente de acuerdo con el señor Mas: el diseño de las autonomías no es inamovible, y supone un riesgo de ruptura.
Obviamente, no por su idea de que el Estado Central -esto es, los demás españoles- le paguemos la deuda que ha dejado el señor Montilla, para lo que reclama nada más que 20.000 milloncejos, pobrín.
Lo que urge escuchar a don Artur, y tomar las medidas pertinentes: disolución de las autonomías, con la simple aplicación del artículo 155 de la Constitución.
1 comentario:
Se conformará con mucho menos de los 20.000 millones, o, finalmente, con nada. Es su forma de amenazar con tirar de la manta, porque se habrá encontrado lo que no está en los escritos.
También sirve para preparar, a su electorado y a los catalanes en general, para las estrecheces que se avecinan este año y señalar, de paso, a los culpables (parafraseando al gato Jinxs, "esoh marditoh sharnegoh"). Además, es la frase favorita de los políticos "democráticos": "Esto que pasa ahora no es culpa nuestra, sino de los que estaban antes".
Y no olvidemos, lo convenientes que son estas "polémicas" para tener a la gente distraída (hasta ETA se ha sumado al teatrillo), ahora que se avecina el rescate de Portugal y, por ende, el de España.
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