Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 25 de octubre de 2010

SOBRE LOS MORRITOS.

Pues si; esos morritos que parecen ser los únicos para la prensa, que hay que ver el juego que están dando.
Por supuesto, hablo de los morritos de doña Leire, según don Francisco Javier León de la Riva. Este señor insinuó algo al decir que "cada vez que veo esos morritos pienso en lo mismo..."
El problema de las insinuaciones estriba en que cada cual las interpreta según su personal imaginación y -al parecer- la imaginación de los socialistas ha deducido de esas frases una connotación sexista y machista. Es decir, que los socialistas entienden que los morritos de doña Leire sólo pueden producir una clase de pensamiento influída por el sexo.
Para los demás, que tenemos en la cabeza alguna otra cosa además de "lo mismo", son posibles otras interpretaciones sobre la vida y milagros de doña Leire, y valgan como muestra estos versos de Fray Josefo -con motivo de cierto viajecito de la susodicha, cuando ejercía funciones junto a Moratinos, en Exteriores-, que les ofrezco por gentileza de un camarada que me los acaba de enviar:

-
Líder política
transoceánica:
tránsito alígero
desde el confín.
-
Íntegra, enérgica,
grácil y jóvena,
ávida de éxitos:
Leire Pajín.
-
Séquito cómplice,
núbiles féminas,
tríada célebre
sube al avión.
-
Sírvenles cálices,
gélidos témpanos,
cítricas láminas:
cola con ron.
-
Hábito etílico,
júbilo alcohólico,
dipsomaníacas
¡venga a trincar!
-
Pídense múltiples
pócimas líquidas:
pónense cárdenas
de trasegar.
-
Público escándalo,
falta de escrúpulos,
típica jácara:
farra de alcohol.
-
Púberes próceres:
crápula anárquica...
¡Qué zapatético
su descontrol!
-
Férvida, eufórica,
cínica y rúbea,
cócteles pímplase
en business class.
-
México, indígena,
mísero, exótico,
híbrido hispánico,
queda detrás.
-
¿Hámagos, vértigos,
náuseas, vómitos?...
Póngase cómoda;
calme su sed.
-
Túrbida, lánguida,
párpado hermético,
tiéndase plácida:
duérmase usted.
-
Próximo aeródromo,
límite, término,
pósase el bólido
ya en su país.
-
¡Álcese, rápido,
ínclita héroa!
Péinese, arréglese...
y hágase un pis.
-


En fin: que ignoro los pensamientos del señor León de la Riva, pero entiendo como evidentes los de las señoras, señores y señoros socialistas: son ellos los que han puesto sobre el tapete lo que el otro deja a la imaginación.
Lo cual, para mí, indica de forma palmaria cómo ven sus compañeros y compañeras a la señora Pajín. Y el mal gusto de todos ellos.

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