Me llega la referencia a un artículo de Eulogio López en Religión en Libertad, a propósito de la película Lope, tan enaltecida por sus benefactores de Intereconomía.
El artículo no tiene desperdicio, y recomiendo su lectura a cinéfilos y a espectadores sin graduación como el que suscribe.
Al parecer -según el artículo citado- la cinta presenta a un Lope de Vega incapaz, no ya de amar, sino de sentir, un imbécil hipersexual más dominado por el aburrimiento de la novedad que por la alegría de la constancia.
Dicen los perpetradores que lo que presenta son los años juveniles y desbocados del Fénix de los Ingenios, cuando el susodicho fue una buena pieza. Pero desconocía esa interpretación pasota, tan de hoy en día, de mero fornicador inconsecuente.
Mi intención de no verla, no obstante, venía de antes, y estaba provocada por un simple detalle, visto en un trailer, cuando el actor que encarna al poeta está en situación digamos "cariñosa" con una señora, la cual le llama Lope. Vamos, que el guionista ni siquiera sabe que su nombre era Félix, y Lope (de Vega) apellido. Que también supiera que el segundo era "y Carpio", hubiera sido para nota, cosa distinta de dar la nota, que es lo que en la película se hace, al parecer.
Por mi parte -y aunque ya en el artículo de Eulogio López se da cuenta de un soneto que presenta a Lope muy lejos de ese vividor despreocupado que la cinta presenta-, quiero citar otro mucho más mundando, que le pone igualmente lejos del chulo sinvergüenza y cazagolfas:
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El artículo no tiene desperdicio, y recomiendo su lectura a cinéfilos y a espectadores sin graduación como el que suscribe.
Al parecer -según el artículo citado- la cinta presenta a un Lope de Vega incapaz, no ya de amar, sino de sentir, un imbécil hipersexual más dominado por el aburrimiento de la novedad que por la alegría de la constancia.
Dicen los perpetradores que lo que presenta son los años juveniles y desbocados del Fénix de los Ingenios, cuando el susodicho fue una buena pieza. Pero desconocía esa interpretación pasota, tan de hoy en día, de mero fornicador inconsecuente.
Mi intención de no verla, no obstante, venía de antes, y estaba provocada por un simple detalle, visto en un trailer, cuando el actor que encarna al poeta está en situación digamos "cariñosa" con una señora, la cual le llama Lope. Vamos, que el guionista ni siquiera sabe que su nombre era Félix, y Lope (de Vega) apellido. Que también supiera que el segundo era "y Carpio", hubiera sido para nota, cosa distinta de dar la nota, que es lo que en la película se hace, al parecer.
Por mi parte -y aunque ya en el artículo de Eulogio López se da cuenta de un soneto que presenta a Lope muy lejos de ese vividor despreocupado que la cinta presenta-, quiero citar otro mucho más mundando, que le pone igualmente lejos del chulo sinvergüenza y cazagolfas:
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Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
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no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
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huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
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creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
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4 comentarios:
Intereconomía la recomienda por supuesto, para eso han contribuido a su financión.
Pero lo mejor son los sms de las personas que la han visto por la propaganda que le han hecho, y están "encantadas" con ella.
Increíble la influencia del medio en cuestión, y la poca personalidad de la concurrencia.
Tengo entendido que Lope de Vega fue un mujeriego, el Casanova español, pero eso no quiere decir que careciera de sentimientos. Pienso que para ser poeta tienes que sentir algo lo suficientemente fuerte como para transmitirlo.
A que no sabes quien participó como extra en el rodaje de Lope...
Pues sí, me llegó por medio de un amigo un ofrecimiento para participar en el mismo como soldado de los Tercios españoles y yo, ante la emoción de vestirme de soldado de la época y la ingenuidad de pensar que se haría algo decente (como Alatriste, por ejemplo) en el putrefacto cine español, acepté el ofrecimiento.
Y nada, en los alrededores de Chinchón estuve toda una calurosa mañana rodando escenas de los Tercios que volvían de la batalla, pensando que por fín se hacía algo en condiciones en el cine español... para luego encontrarme con esta puta mierda de película que, lejos de centrarse en el contexto histórico o la obra de Lope de Vega, trata de lo que trata...
En fín, tampoco podía esperarse más tratándose de los titiriteros subvencionados, no pidais a sus degeneradas mentes cosas para las cuales no están preparadas.
VELASCO
Vaya, Velasco, tengo dos amigos que hicieron de extra en Alatriste.
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