Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 22 de octubre de 2025

SOBRE EL ANIVERSARIO DE HOY.

Ustedes, probablemente, se habrán dado cuenta de que llevo años en los que casi solamente escribo sobre mis camaradas muertos.

A veces me salta la rabia, la ira y -entrúlleme cuando guste, señor fiscal- el odio; y entonces suelto la mano y le doy vía libre a responder a los hideputas, a los canallas, a los sinvergüenzas y a los tontos. O sea: a los políticos del sistema, a los periodistas del sistema, a los acomplejados del sistema y a los necios del sistema y de fuera del sistema.

Pero para mi, hoy, lo único que me importa es recordar a mis camaradas caídos. A los que dieron la vida heroicamente en combate, y a los que la fueron dando poco a poco, día a día, desengaño a desengaño.

Y aquí, mi Coronel Luis Tapia Aguirrebengoa fue ejemplo único de lucha continua, silenciosa e impetuosa por igual, caballerosa siempre. 

Hace unos años hice una semblanza de mi camarada Luis para lo que entonces era El Correo de Madrid, que luego pasó a ser El Correo de España, y posteriormente ÑTV. En todos estos cambios se habrá perdido aquél artículo, porque el enlace ya no lleva a él. 

Hoy no quiero escribir nada más, Luis. No he arriado la Bandera -está clavada y bien clavada-, pero no puedo ya emocionarme con un futuro que no va a llegar. Y no quiero enturbiar tu recuerdo con el pesimismo que me aleja -eso al menos- de la cobardía citada por Spengler.

Por eso, Luis -maestro, amigo, camarada-, traigo aquél artículo desaparecido en tu homenaje.


IN MEMORIAM: LUIS TAPIA AGUIRREBENGOA. 

22/10/2019.


Luis Tapia Aguirrebengoa -por si alguien no lo conoce, o quizá tiene el recuerdo nebuloso por el tiempo- fue Coronel legionario. Fue -y de esto si que se acordarán muchos- columnista de El Alcázar, compartiendo con frecuencia la misma página con Rafael García Serrano y -a veces- con Ángel Palomino, en sus brevísimas -para nuestra necesidad- anotaciones como G. Campanal. Fue Luis brillante escritor, con palabra acerada como bayoneta y también docta y razonada.

Fue -esto quizá lo recuerden menos- miembro destacadísimo de Juntas Españolas, aquél ilusionante proyecto, mientras duró, donde tuve la fortuna de conocerlo en persona. También fue uno de los principales artífices de EJE, la publicación de Juntas Españolas que tuve el honor de dirigir, y en la que Luis Tapia Aguirrebengoa siempre dijo lo mejor, lo más exacto, lo más justo.

Quizá estos apuntes apresurados no acaben de dar la definición exacta de mi Coronel Luis Tapia, porque siendo todo ello cierto, es insuficiente.

Era Luis Tapia un hombre de mediana estatura, enjuto, pura presencia de esos caballeros españoles que se reconocen a distancia. En su trato surgía de inmediato la hidalguía, la hombría de bien; y también el espíritu acerado del Caballero Legionario, sobrio, riguroso, ni un gesto de menos ni una palabra de más, y la inteligencia siempre aguzada al amor y al servicio de España. Un señor como aquellos hidalgos que hicieron España. Cuando Carlos I -el mejor Rey que hemos tenido en España y probablemente en el mundo- quiso establecer una especie de pequeña nobleza, para recompensar con la hidalguía a los más esforzados y valientes de los soldados de sus Tercios, le respondieron que era imposible. Quiso el buen Rey saber por qué no podía él, que hacía duques y marqueses, hacer hidalgos. Porque en España -le dijeron- los hidalgos sólo los hacen Dios y el tiempo.

Dios, poniendo la ocasión; y el tiempo, demostrando que el heroísmo, la gallardía y la honradez no fueron flor de un día.

Mi camarada Luis Tapia Aguirrebengoa cumplió sobradamente los requisitos para obtener lo que sólo Dios y el tiempo dan en España; lo que no estaba siquiera al alcance del Rey Carlos I: la hidalguía. Fue Luis un hidalgo, y un capitán de los Tercios, y un falangista de principio a fin.

Luis Tapia Aguirrebengoa -hidalgo español a la vieja usanza, que no hubiera desmerecido un ápice al lado del gran Gonzalo que se inventó la infantería- impartía valor con su sola presencia, llevaba la verdad por delante, y razonaba como el hombre sabio y justo que era. Fue Luis militar de una pieza, Caballero Legionario respetado y -lo que es más difícil- querido por sus legionarios. Esto no lo dijo nunca él, lógicamente; lo he visto por mis propios ojos en esa telaraña mundial, leyendo lo que sus soldados decían de su Coronel en foros que me trajo Google, y en la necrológica de "El Día", ya hace muchos años.

Y yo, como siempre, mi Coronel, sólo puedo decirte que te echamos de menos como nunca, en esta España que se nos hunde, que acaso ya no existe mas que en nuestro recuerdo y nuestra voluntad. Pero que tu ejemplo, tu recuerdo, tu lucha constante, nos anima a seguir adelante.





martes, 14 de octubre de 2025

SOBRE LAS PERRAS QUE NO ABORTAN PERSONAS.

Perras, gatas, chimpancesas, cabras o mamutas, pero no me cabía todo en el titular.

Cualquiera de esas especies debe ser la de una tal Pilar Sánchez Acera, socialista de cargo, que ha declarado que "No se abortan personas, las mujeres que interrumpen su embarazo, no abortan personas."


Lo cual, evidentemente, justifica que me pregunte sobre su especie, y sobre con qué clase de animal acostumbra copular la señora Sánchez, para decir que si se queda preñada no es una persona lo que lleva dentro.

Lo de la especie animal desconocida se notifica por si las asociaciones de receptores de subvenciones dedicadas a la defensa animal quieren denunciar el caso de esta gata, cabra, mamuta o perra.

También se comunica para las organizaciones receptoras de subvenciones dedicadas al tráfico de inmigrantes ilegales, porque si para esta señora -cabra, perra, gata, orangutana- Sánchez Acera, antes de su inscripción en el registro civil el ser humano no es persona, ello indica que considera que los inmigrantes ilegales, carentes de documentación, tampoco lo son. Lo cual implicaría que no tienen derechos de ninguna clase y que, jurídicamente, no existen, con lo que eso supone.

Por cierto; tampoco existe, jurídicamente hablando, la señora Sánchez Acera. Así es que dejen de pagarle el sueldo.

domingo, 12 de octubre de 2025

SOBRE 37 AÑOS.

37 años, porque si escribo trigésimo séptimo aniversario, ningún político en ejercicio o en expectativa -esto es, los que desde cualquier partido, partidete, partiducho, esperan la ocasión de saltar al presupuesto- iba a entenderlo. Tampoco el noventa por ciento de los universitarios en proceso de malformación intelectual, ni los ya adocenados en sus puestos de mileurista satisfecho.

El caso es que en coincidencia con la celebración oficial de lo que hace décadas ya no es España, este día nos recuerda al mejor escritor en lengua española. De todos los tiempos, incluyendo "la más alta ocasión que vieron los siglos" que tan bien nos vendría repetir ahora.

El mejor escritor en lengua española de todos los tiempos es Rafael García Serrano. Quien lo ha leído, lo sabe; quien no lo haya leído, que lo haga. Y quien no esté conforme con mi apreciación que se vaya a buscar a cualquier juntaletras de moda y deje hueco.

Eso es lo que a mí me importa de este día. No quiero hablar del presente, Rafael. No quiero hablar de esta actualidad asquerosa, inconsistente como defecación reciente. 

Sólo quiero decir, amigo, hermano, camarada, que te echamos de menos como el primer día.



lunes, 6 de octubre de 2025

SOBRE FECHAS OLVIDADAS.

Fechas como, por ejemplo y sin ir más lejos, la de hoy: 6 de Octubre.

Andamos todos enredados en discutir sobre la maldad intrínseca del nacido judío y la bondad innegable del musulmán, que se esfuerza en borrar Israel del mapa y -así como de paso- se entrega también a darle matarile a cualquier infiel, preferentemente cristiano y fundamentalmente católico.

Andan todos -especialmente los que deberían recordarlo- anatematizando judíos malos malísimos y abrazando muslimes inocentes como bebés, y quizá eso sea importante para la nueva generación de lo que antes llamábamos "nacionales" y ahora no se cómo se designarán. También esos mismos andan ahora muy ocupados con la defensa del padrecito Vladimir, de una Rusia que sigue teniendo los mismos usos y costumbres de la URSS de siempre, y despotricando de los malditos ucranianos que no quieren entregarse a un imperialismo ruso, con visos de soviético. 

Algunos -quizá todos- incluso han desarrollado una feroz resistencia a las vacunas -que ya se sabe que son producto de conspiraciones oscuras que sólo ellos, en su perspicacia, pueden penetrar-, y probablemente haya también muchos que hayan vislumbrado la verdad tras las teorías con las que nos quieren someter, y que hablan de una absurda tierra redonda y que –por si algo faltase- gira en torno al Sol.

Hay muchos que han visto la luz; que han visto esas luces múltiples de la verdad absoluta, y me alegro por ellos tanto como ellos se alegren de que yo siga viendo molinos de viento y cuerdas de presos. (Referencia a don Alonso Quijano, dicho sea para los que no lleguen más allá del copia y pega de la Wikipedia).

Pero entre los que no hemos visto la luz –ni las luces- y seguimos en el oscurantismo de épocas pasadas, hoy hace 91 años del golpe de Estado del partido socialista (PSOE) que llevó a la revolución de Asturias, con su rastro de asesinatos y robos habituales en los rojos, y que el Gobierno legítimo de la República tuvo que sofocar con los medios a su alcance. Incluyendo a cierto abuelo de un tal ZP.

También golpe de Estado de los separatistas de Catalunlla, esos mismos que hoy día están gobernando sobre los hermanísimos, las catedráticas y los chistorreros del PSOE.

Y mientras la mayoría se entretiene con moritos buenos y rusos rubitos, a algunos todavía nos importa que hoy sea 6 de Octubre y mañana sea el 91 aniversario de esa pancarta que ahora se ve tanto, no se si sabiendo lo que significa.




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