Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 21 de marzo de 2013

SOBRE UNA CORRECCIÓN.

Corrección que se hace necesaria, porque en la entrada de ayer copiaba un artículo escrito en 1997, con lo cual al referirme al pasado siglo estaba claro que me refería al XIX, malhadado y espeso como hoy mismo.

Sin embargo, al leer hoy -2013- pasado siglo, la referencia resulta dirigirse al XX, que en su mitad no tuvo ningún parecido con el XIX isabelino que comenta don Benito Pérez Galdós.

Así es que, amigo ansiadalibertad, me temo que estás en lo cierto, y que esta gente nos ha hecho retroceder más. No sólo en la nulidad de los hombres, sino en la depravación de la sociedad.

Total: que casi dos siglitos hemos retrocedido a buen paso.

3 comentarios:

ansiadalibertad dijo...

:-)

Unknown dijo...

A mí también me suele pasar. Y es que está tan cerca que, en ciertos estratos, aún nos resistimos a pensar que, verdaderamente, hemos cambiado de siglo y de milenio... Aún queda por saber si para bien o si para mal.

Un saludazo.

Rafael C. Estremera dijo...

Sobre todo, amigo Peinado, porque este XXI se parece cadavez más al XIX

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