En un comentario de hace alguna semana -a propósito de la inutilidad del voto al PP-, hice público mi propósito de votar AES en las próximas elecciones. A ello respondió el amigo Txiripitiflautiko proponiendo como candidato al voto al Frente Nacional, y -como no podía ser menos- respeté su opinión y quedó reflejada sin cortapisa alguna.
En comentario de hace unos días, que trataba acerca de los buenos rendimientos económicos que podrían haber obtenido hombres como Blas Piñar, Raimundo Fernández-Cuesta o Rafael López-Diéguez, de ser su objetivo beneficiarse de la política, también Txiripitiflautiko expresó su idea al respecto. Idea contraria a la mía, porque el considera que "ese que cito" es un "gilipollitas meapilas" y yo no lo veo así.
Ahora -con la petición de que, si es menester, dialoguemos cuanto sea necesario, pero no faltemos al respeto ni caigamos en el insulto- voy a explicar por qué votaré a ALTERNATIVA ESPAÑOLA y no a otro partido de índole nacional.
Y voy a votar AES porque creo que es el movimiento que hace mayor hincapié en las cuestiones que -para mí- son fundamentales hoy día. Defiende sin complejos la religión y la moral católica, la familia -ni tradicional ni leches; la familia que es una y sin apellidos-, el sentido trascendente de la vida humana, y la dignidad de la persona. Creo que estos principios básicos son los pilares sobre los que construir la sociedad que queremos, y condiciones sine qua non para la misma existencia de España.
La Norma Programática de la Falange dejaba bien definida la postura en este tema: separación de Iglesia y Estado, aconfesionalidad de este, pero inspiración católica de las Leyes. Familia como punto fundamental de la sociedad, hasta el extremo de considerarla una de las vías orgánicas de participación.
Quiero, como decía José Antonio una España alegre y faldicorta. Distante, por tanto, de la mojigatería hipócrita y de la golfancia despatarrada.
Y para que exista esa España, tiene que ser católica. Ojo: no confesional; sino inspirada en lo que ha hecho de España lo que es. La prueba está en que la destrucción de España -de la España que queremos, enraizada en su Historia y fiel a sí misma- se acomete desde los flancos de la moral, porque el envilecimiento de los españoles es paso necesario para el trucidamiento de la Patria.
No quiero decir con esto que otros partidos no defiendan estos mismos principios. Sólo digo que en AES los veo mejor reflejados como a mí me parece necesario. Esta es mi opinión y no creo faltar a nadie si la expreso, para que la lea quien lo desee.
En el tema concreto del voto al Frente Nacional que propone Txiripitiflautiko, confieso de entrada que desconozco lo suficiente de este grupo como para no poderlo juzgar. He leído algunas cosas, unas favorables y otras no tanto, pero ni tengo información para discutirlo, ni la menor intención de entrar en polémicas.
Si conozco, en cambio, lo suficiente de cómo son las cosas entre los partidos nacionales para, precisamente, rehuir las discusiones. Mi militancia política se inició en 1977, lo cual indica que -pese a las sequías- ha llovido bastante. He pasado por varios sitios y terminé la militancia activa en Juntas Españolas, proyecto que surgió cuando no había otra cosa mas que grupúsculos perdidos y enzarzados entre sí, y que pareció servir de aglutinante para que todos hallaran enemigo común. Estuvimos abiertos a todo diálogo, y se nos negó el pan y la sal por la mayoría, que prefería su pequeño chiringuito de purismo acendrado. Lo digo sin rencor, pero con la certeza de no errar. Formé parte de aquello a cierto nivel de responsabilidad, y lo recuerdo con la satisfacción de haber hecho cuanto pudimos y -de hacer caso a los enemigos- haberlo hecho razonablemente bien.
No quiero presumir ni de antigüedad -de eso sólo presume el que tiene suficientemente pocos años, pero llegados a cierta edad es triste presunción-, ni de experiencia, ni de logros. Probablemente tengo en mi haber más errores que aciertos, o al menos así lo veo. Pero si algo he aprendido desde aquél lejano 1977, es que quien mantiene vivas las rencillas y las azuza de contínuo es, como poco, medio culpable de la división.
Creo haberlo dicho, pero lo repito: no soy militante de AES. No conozco más que lo que sale a las ondas, a la prensa y a internet. Exactamente lo mismo que de todos los demás partidos. Y, desde los conocimientos que tengo, mi decisión está tomada: votaré a Alternativa Española.
Entre otras cosas, porque aún no he visto ni oído que insulten a otro grupo nacional.
En comentario de hace unos días, que trataba acerca de los buenos rendimientos económicos que podrían haber obtenido hombres como Blas Piñar, Raimundo Fernández-Cuesta o Rafael López-Diéguez, de ser su objetivo beneficiarse de la política, también Txiripitiflautiko expresó su idea al respecto. Idea contraria a la mía, porque el considera que "ese que cito" es un "gilipollitas meapilas" y yo no lo veo así.
Ahora -con la petición de que, si es menester, dialoguemos cuanto sea necesario, pero no faltemos al respeto ni caigamos en el insulto- voy a explicar por qué votaré a ALTERNATIVA ESPAÑOLA y no a otro partido de índole nacional.
Y voy a votar AES porque creo que es el movimiento que hace mayor hincapié en las cuestiones que -para mí- son fundamentales hoy día. Defiende sin complejos la religión y la moral católica, la familia -ni tradicional ni leches; la familia que es una y sin apellidos-, el sentido trascendente de la vida humana, y la dignidad de la persona. Creo que estos principios básicos son los pilares sobre los que construir la sociedad que queremos, y condiciones sine qua non para la misma existencia de España.
La Norma Programática de la Falange dejaba bien definida la postura en este tema: separación de Iglesia y Estado, aconfesionalidad de este, pero inspiración católica de las Leyes. Familia como punto fundamental de la sociedad, hasta el extremo de considerarla una de las vías orgánicas de participación.
Quiero, como decía José Antonio una España alegre y faldicorta. Distante, por tanto, de la mojigatería hipócrita y de la golfancia despatarrada.
Y para que exista esa España, tiene que ser católica. Ojo: no confesional; sino inspirada en lo que ha hecho de España lo que es. La prueba está en que la destrucción de España -de la España que queremos, enraizada en su Historia y fiel a sí misma- se acomete desde los flancos de la moral, porque el envilecimiento de los españoles es paso necesario para el trucidamiento de la Patria.
No quiero decir con esto que otros partidos no defiendan estos mismos principios. Sólo digo que en AES los veo mejor reflejados como a mí me parece necesario. Esta es mi opinión y no creo faltar a nadie si la expreso, para que la lea quien lo desee.
En el tema concreto del voto al Frente Nacional que propone Txiripitiflautiko, confieso de entrada que desconozco lo suficiente de este grupo como para no poderlo juzgar. He leído algunas cosas, unas favorables y otras no tanto, pero ni tengo información para discutirlo, ni la menor intención de entrar en polémicas.
Si conozco, en cambio, lo suficiente de cómo son las cosas entre los partidos nacionales para, precisamente, rehuir las discusiones. Mi militancia política se inició en 1977, lo cual indica que -pese a las sequías- ha llovido bastante. He pasado por varios sitios y terminé la militancia activa en Juntas Españolas, proyecto que surgió cuando no había otra cosa mas que grupúsculos perdidos y enzarzados entre sí, y que pareció servir de aglutinante para que todos hallaran enemigo común. Estuvimos abiertos a todo diálogo, y se nos negó el pan y la sal por la mayoría, que prefería su pequeño chiringuito de purismo acendrado. Lo digo sin rencor, pero con la certeza de no errar. Formé parte de aquello a cierto nivel de responsabilidad, y lo recuerdo con la satisfacción de haber hecho cuanto pudimos y -de hacer caso a los enemigos- haberlo hecho razonablemente bien.
No quiero presumir ni de antigüedad -de eso sólo presume el que tiene suficientemente pocos años, pero llegados a cierta edad es triste presunción-, ni de experiencia, ni de logros. Probablemente tengo en mi haber más errores que aciertos, o al menos así lo veo. Pero si algo he aprendido desde aquél lejano 1977, es que quien mantiene vivas las rencillas y las azuza de contínuo es, como poco, medio culpable de la división.
Creo haberlo dicho, pero lo repito: no soy militante de AES. No conozco más que lo que sale a las ondas, a la prensa y a internet. Exactamente lo mismo que de todos los demás partidos. Y, desde los conocimientos que tengo, mi decisión está tomada: votaré a Alternativa Española.
Entre otras cosas, porque aún no he visto ni oído que insulten a otro grupo nacional.
4 comentarios:
Querido Rafael:
Ante todo quiero pedirte disculpas si, en el calor de la discusión política, he soltado algún exabrupto que te haya podido ofender. En segundo lugar, reiterarte mi opinión de que creo que te equivocas. Yo votaré al Frente Nacional por razones muy parecidas a aquellas que enumeras en tu artículo. Estoy de acuerdo contigo en que uno de los males que hemos padecido los patriotas en España ha sido la atomización de nuestras fuerzas en numerosos grupúsculos. Esa atomización unas veces estaba favorecida por los partidos oficiales a través de infiltraciones del Cesid o de Presidencia de Gobierno y otras, desgraciadamente, por la propia miopía política y egoísmo de los diversos jefecillos de turno. Siempre que ha surgido este tema, la mayoría hemos coincidido en que lo que faltaba era un líder. Yo votaré, entre otras razones, al Frente Nacional porque creo que ese líder ya ocupa su puesto. Se llama Fernando Cantalapiedra.
Un saludo desde la discrepancia en los medios y la camaradería de combate en los fines.
Yo me abstendré de votar en esta ocasión.
Comparto la generalidad de tu reflexión, Rafael, ya que creo que España debe mantener y preservar sus raíces católicas, garantizando la necesaria separación entre Iglesia y un Estado aconfesional.
Me falta algo más que un hervor para abrazar la totalidad de los famosos 27 puntos de F.E, pero tampoco me inspira demasiada confianza AES, ya que me consta que entre sus filas sí existe un exceso de "meapilas", aunque admito que desconozco la totalidad del programa de dicha formación.
En definitiva, no me desagrada F.E, ni AES o el Frente Nacional, pero ninguno se "ajusta" a mi sentir español, respetuoso con la tradición cultural y religiosa de las Españas, pero al tiempo liberal y auténticamente demócrata, que aboga por listas abiertas, por la supresión de la perversa ley d´Hont y que repudia, por supuesto, la vil partitocracia que padecemos, tan ajena a la consecución del bien común.
Yo también creo, como José Antonio, en "la poesía creadora" y, cómo no, en un España "alegre y faldicorta" que se distancie tanto del mojigaterío como de la ignorancia y del relativismo moral.
Saludos y ¡Arriba España!
Un debate interesante sin duda, yo parto de la base de que todo voto a un partido patriota es bienvenido sea al partido que sea.
Ahora bien, no se me caen prendas en recononcer, que yo, como el autor de este artículo, también votaré a AES, fundamentalmente por los siguientes motivos:
1º Considero que los principales problemas que afectan a nuestra Patria (inmigración, aborto, separatismo y corrupción) responden a una misma causa, una crisis moral de enorme magnitud, y creo que AES es el único partido que va a la raiz del problema y no a las ramas.
2º Considero que AES es hoy por hoy, el único partido patriota que apuesta fuerte y aspira a salir de la marginalidad, el único que cuenta con recursos y que se está abriendo paso con una imagen de seriedad que ya quisieran muchos.
3º Leyendo el programa ideologico de AES estoy de acuerdo con el mismo en cerca de un 80% por lo que es el partido que más me podría representar.
Por último y ya que aquí el debate parece centrado en AES y el FrN si me permiten diré mi opinión. He de reconocer que vi con muy buenos ojos la creación del FrN pero poco a poco me he ido alejando de esta formación, principalmente porque no ha conseguido adherir a esas siglas a ninguna otra formación, no se nada de las 50 supuestas asociaciones que le apoyan y hoy por hoy no em parece que sea otra cosa que la falange con otras siglas respecto a militancia. Otra de las cosas que me han hecho alejarme es ver como la estrategia del FrN se basa fundamentalmente en la ideología nacionalista antiinmigración, lo que supone intentar ocupar un espacio que desde hace años ya ocupan otras formaciones(democracia nacional y españa2000), por lo que al fin y al cabo creo que el FrN lo que terminará haciendo es dinamitar aún más el voto nacionalista antiinmigración, que antes se repartia en 2 partidos y ahora lo hará en tres.
Respecto a las elecciones europeas quiero desear mis mejores deseos a todas las formaciones que se presentan, ya que sus exitos serán los de todos los patriotas militen o no en esas formaciones.
Se me olvidaba decir que el comentario anterior no es a nombre del blog en el que participo, en el que aunque mayoritariamnete hay gente de AES, tambien hay gente de otras formaciones.
Atentamente, Maderal.
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