Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 13 de octubre de 2009

SOBRE LA CONFESION DE LLAMAZARES.

Que en entrevista de El País, acaba diciendo que "La izquierda no ha sabido entender lo que era ETA," y -párrafos más allá- afirma:
Estaba equivocado, reconoce, al igual que muchos otros españoles, que incluso tenían ante la actividad de la organización terrorista ETA una actitud ambivalente. Por un lado, un rechazo moral, pero, por otro, una cierta visión utilitarista desde el punto de vista político, pensando que en todo caso podía alumbrar el final de la dictadura y que estaba al lado de la democracia y de la libertad. Los hechos han demostrado que tampoco ha sido así.
¡Coño, Gaspar, qué cortitos sois los rojos, que llegáis con cuarenta años de retraso!

2 comentarios:

Herrgoldmundo dijo...

No, no son cortitos en absoluto, sino demasiado "larguitos". Tan larguitos como luenga es la miseria moral que arrastran desde hace décadas...

Saludos y ¡Arriba España!

Anónimo dijo...

Me sorprende que diga esto, pero os voy a decir a quien no se lo oiremos nunca decir: a un socialista.

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