Que es -como probablemente ya todos ustedes sepan- Luis Tapia Aguirrebengoa, mi Coronel, mi camarada y un maestro de señorío, de entereza y de hidalguía.
Quizá alguien piense que últimamente sólo escribo para recordar a quienes ya se fueron a los luceros, y es cierto. Pero es que -ya desde hace tiempo- pienso que los muertos son lo único serio en este país de vivos, vivillos y vivales.
Los vivos, vivillos y vivales hace tiempo que han ascendido en el escalafón de la canallería, y han llegado a cumplir sus objetivos personales: ya son presidentes de gobiernos -con minúscula, que no merecen otra cosa-; ministros, ministras y ministres; fiscales y fiscalas y fiscalos; jueces, juezas y juezos. Por no citar más grados de la hideputez.
En cambio, los muertos -los nuestros, al menos- cada día se demuestra que siempre estuvieron en lo cierto, que lo que dijeron iba a ir a Misa no tardando demasiado, y que lo que nos venía ya estaba a la vista para quien tuviese el valor de mirar de frente.
Como muestra, el artículo de mi camarada el Ilustrísimo Sr. D Luis Tapia Aguirrebengoa, Coronel legionario que desde Juntas Españolas intentó luchar por una España que ya desaparecía, y allí nos conocimos; y que desde las páginas de EJE lo dijo bien alto y claro.
Aquí pueden ver, pulsando sobre la imagen y ampliándola cuanto necesiten -porque la porquería de los sistemas operativos vigentes me impiden trasladarlo a texto con la facilidad de antaño-, lo que escribió mi camarada Luis acerca de los separatismos, los separatistas y los cómplices, hace la friolera de 33 años. Concretamente, en el número 10 de EJE, correspondiente a marzo de 1990.
Si cambian los nombres de entonces por los de ahora, ahí tienen la crónica de ayer o anteayer. Y -lo peor- la de mañana, cuando el separatismo triunfe gracias al traidor Sánchez, y ni uno solo de los patriotas oficiales de uniforme y pesebre recuerde el artículo 8º de la puñetera Constitución, y ni uno sólo de los ciudadanitos votantes del socialismo, el comunismo y el hideputismo se cuelgue bajo un puente como expiación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario