Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 14 de julio de 2025

SOBRE EL RACISMO DE LOS ODIADORES.

Dicen los periódicos y las radios que lo que ocurre estos días en Torre Pacheco es culpa de la ultraderecha. También lo dice el señor Grande-Marlaska, y para defender su tesis ha mandado a la Guardia Civil, luego esta es la verdad oficial que nos endilgan los medios de manipulación social sin el menor empacho.

Dicen los periódicos y las radios -especialmente la de los Obispos, siempre tan guardaropista y tan proclive al esclavismo- que la ultraderecha se ha movilizado a través de las redes sociales para "la caza del inmigrante." Alaban los periódicos y las radios que hay -a las 16 horas de hoy- ocho detenidos, cinco españoles y tres "magrebíes."

Peroran los todólogos que los marroquíes de la zona son gente honrada y trabajadora, aunque a alguno se le escapa que los de "segunda generación" es cierto que están por la calle sin hacer nada y se dedican a "sus cositas, su trapicheo..." Omiten los hijos de todóloga, entre esas "cositas", la de pegarle una paliza a un español de cierta edad -no diré anciano, porque es poco mayor que yo, y se me hace difícil- por el simple gusto de hacerlo.


Omiten que el Ministro del Interior envía la Guardia Civil para perseguir a los españoles, que son muy malos y muy racistas, y defender a los moránganos que son pacíficos, y buenas personas, y trabajadores. Salvo cuando se ponen en la plaza del pueblo a trapichear y a pegarle a los viejos del lugar, claro.

Omiten los canallas de la prensa y la radio que se trata de una simple autodefensa, que si vienen de fuera a pegarte, o te defiendes o te joden, aunque los curas cobardes y los alcaldes vendidos -acabo de oír al alcalde y al cura (uno de los que habrá, supongo) de Torre Pacheco en la emisora de los Obispos, siempre tan xenófila- anatematicen a los que van a defender a los que ellos no tienen agallas.

Y ellos, como buenos esclavistas, como gentuza que no puede vivir sin inmigrantes ilegales a los que dar preferencia sobre sus ciudadanos y sus feligreses; como sinvergüenzas que trapichean con las subvenciones, las ayudas y las oenegés trinconas de fomento del delito; como canallas que temen la reacción del pueblo español, ni siquiera se dan cuenta de que no saben ni lo que dicen.

Porque a los muy necios no se les cae de las linotipias y de las ondas las acusaciones de "racismo." Pero, vamos a ver idiotas: ¿de qué raza son los "magrebíes"?  Vosotros, imbéciles de topicazo y estereotipo, ¿sois capaces de distinguir a cinco metros un marroquí de un madrileño?

Pues así todo: no tenéis ni puta idea de nada, pero sentáis cátedra y manipuláis a los que os leen o escuchan para que no se les ocurra renunciar a lo políticamente correcto y piensen por su cuenta. 

Así sois, hijos de la gran puta. Os han marcado a fuego en el anca lo del racismo y lo del odio, y vosotros lo repetís con fruición de canalla y lametón pedigüeño, sin saber lo que estáis diciendo.




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