Los energúmenos han ganado la partida, y han impedido que termine la Vuelta Ciclista a España donde solía. A mi eso me importa tres leches.
Lo que me importa es que los gobernantes han demostrado al mundo que este desgraciado país que una vez fue España está dirigido por terroristas; por cómplices de asesinos cobardes, como todos los que se escudan en la noche, o en los hospitales, o en las escuelas. Han demostrado su apoyo a los canallas que entrenaban a los asesinos de ETA no hace tanto.
Y han demostrado que el pueblo destepaís -o sea, el que sale en las televisiones, las radios, los periódicos, las redes sUciales y en todos los recovecos de la indignidad- se ha convertido en una jauría inculta, salvaje, asquerosa, hedionda y capaz de venderse al latiguillo efectista y fácil.
El pueblo español -esta mierda que en las últimas semanas rebuzna- ha demostrado que se merece lo que antes o después llegará.
Dios me permita verlo y disfrutarlo. Y me de munición.