Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 20 de agosto de 2009

SOBRE LA PEPIÑADA.

Porque el lustroso -bien que no ilustrado- señor Ministro de Fomento, José Blanco, ha declarado que, para pagar los 420 euros habrá que subir los impuestos a los que mas tienen.
Curiosa afirmación, cuando hace pocas semanas el Gobierno del que forma parte don Pepiño, tenía a bien subir los impuestos sobre el tabaco y los combustibles.
¿Acaso piensa -es un decir- don Pepiño, que en los surtidores o los estancos le preguntan al cliente si es rico o pobre, si esta parado o pluriempleado, si es pensionista o mantenido?
¿O acaso la justicia socialista consiste en que paguen los mismos impuestos don Emilio Botín -por poner ejemplos evidentes- que un padre de familia parado desde antes del pasado día 1 de agosto; esto es, sin derecho a la limosnita socialera?
¿O será que don Pepiño -en su evidente cortedad- piensa que todos somos tan tontos como él?

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