Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 20 de septiembre de 2021

SOBRE LOS CHIVATAZOS DE LA SEÑORA IRENA.

 Irena Montera, dicho sea a su gusto -para la gente normal Irene Montero-, ha declarado, con la verborrea típica de su condición, que se va a chivar a la Fiscalía de que hay fascistas muy malos, muy malos, muy malos -vamos, malísimos- que quieren echar a los marikonazos y marikas de los barrios. 

No parece que a doña Irena le haya importado que los susodichos marikonazos y marikas chillen lo mismo con respecto a los fascistas, quizá porque estos no le caen bien a la dispensadora de legitimidades desde el Ministerio bien conseguido de la forma que todos sabemos.

Lo de marikonazos y marikas, señor fiscal, señores censores, se lo dicen ellos y, si gustan, pueden ver las fotos que lo demuestran en mi artículo al respecto en El Correo de España, que les invito a leer.

  


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