Porque este señorito -entiéndase en el sentido que le corresponde- parece empeñado en darse cabezazos contra la dura realidad.
Si el otro día demostraba su falta de cultura achacando a Franco la frase fraguista de la calle es mía, ahora acusa al PP -lo dice La Gaceta- de que a Rajoy le molesta la separación de poderes y que el poder judicial y la Fiscalía General del Estado sean autónomas a sus decisiones políticas.
Y esto, lo dice el pardillo que dirige un partido que hace pocos años tenía en el Gobierno a un señor -rojo, según propia confesión- apellidado Bermejo, que se iba de cacería -ilegal- con el juez -prevaricador- Garzón, para conchabarse en la persecución del franquismo.
¡Ahí, Pedrito, con un par!