Que es como empiezan a estar para el público en general. Para unos cuantos -esos a los que siempre nos llaman catastrofistas, paranóicos, exagerados y lindezas varias por el estilo- las cosas estaban claras desde las penúltimas elecciones.
Pero ahora, por fin, el señorito Sánchez muestra la patita por debajo de la puerta, y le deja claro a los que no tienen capacidad de análisis, ni conocimiento de la Historia, ni -en el caso de periodistas y tetulianos profesionales- vergüenza profesional, qué es lo que nos espera si le dejan hacer su voluntad.
Y su voluntad no es otra -no ha sido otra desde que perdió las elecciones del pasado año- que formar un Frente Popular con sus amiguetes de Podemos y -de la manita- ofrecer lo que haga falta a los separatistas. Nada nuevo bajo el sol, y lo de aprobar en Madrid lo que tu apruebes en Barcelona -o en Guernica, o en Santiago de Compostela- ya lo inventó Zapatero.
O sea: que vamos de cabeza a 1936, mes de Febrero. Luego, como suele acontecer con el calendario, llegaremos a Julio.