Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 18 de octubre de 2011

SOBRE EL LEGADO.

Don Gordon Brown, primer ministro al que los británicos mandaron hace poco a tomar... el sol de forma harto explícita, ha acudido a un sarao organizado por la llamada Fundación Ideas, -malas- donde ha enjabonado untuosamente a su benefactor Rodríguez.

Es de comprender que estos fulanos, fulanitos, fulanetes, pese a haber sido enviados por sus ciudadanos a tomar... eso, ya saben, el sol, sigan creyendo que son alguien en el mundo. Que sigan pensando -dentro de su basta, y no es errata, capacidad- que lo que dicen le importa a alguien, y que algún periódico les va a dar media columna. Cualquier periódico que no sea el boletín oficial del pesoe, digo.

El caso es que don Gordon Brown ha declarado que -textual de El País- "El legado de Zapatero en derechos será recordado en el mundo"

Ignoro, señor Brown -esto es, marrón- si la Historia recordará a Zapatero. Todo puede ser, y ahí están los ejemplos de Calígula, Nerón, Roosevelt, Truman, Lenin, Stalin, Fernando VII, Isabel II, Azaña...

Lo que si me parece garantizado, es que la Historia, señor marrón, le recordará a usted en el mundo por su legado de gilipolleces.

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