Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 18 de agosto de 2020

SOBRE LOS FUMADORES CONTAGIOSOS.

Si, lo se: no es políticamente correcto decir que soy fumador, que estoy hasta los mismísimos de que me traten peor que a los heroinómanos, cocainómanos, porreros, borrachuzos y otros ejemplares ciudadanos de esta sociedad tan progresista.

Y ahora, encima, salen con la coña marinera de que puedo resultar más contagioso que los corredores compulsivos -que no están obligados a usar mascarilla, pasen por donde pasen-, que los gritones profesionales y que cualquier otro ejemplar de animal de bellota.


Si gustan, vean mi opinión en El Correo de España.

  

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