Publica hoy El Debate una entrevista a doña Carmen Villanueva, Secretaria General de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Cádiz, sobre la situación de la lucha contra el narcotráfico en esa provincia.
Es interesante cuanto expone, y coloca las cosas en su sitio. Quien guste, podrá leerlo siguiendo el enlace.
Pero hay, sobre todo, una afirmación que deja claro el asunto:
–¿Cómo son estas bandas de narcotraficantes? ¿Me podría hacer un retrato de a lo que se enfrentan diariamente?
–Son gente que está muy organizada jerárquicamente. Sus presupuestos son ilimitados, o sea, disponen de unos medios tecnológicos que están a años luz de lo nuestros, y no tienen ningún tipo de aprecio por la vida humana, como se pudo ver el otro día en Barbate. Son como un ejército.
¿Está claro? Son como un ejército.
Y entonces uno se acuerda del artículo 8º de la Constitución:
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Presuponiendo -acaso con cierto exceso de generosidad- que las leyes prohíben el tráfico de drogas y que las leyes forman parte del ordenamiento constitucional, es fácil concluir que -habida cuenta de que la reparación de unas lanchas tarda meses- tal vez no sea momento para ponerse a meditar pausadamente si establecemos operativos, si sacamos concursos para suministro de material, o si trasladamos recursos de otro sitio que también los necesite.
Acaso sea el momento de combatir a un ejército con el Ejército.
Pero no creo que se vaya a hacer. Y no por impedimento legal, ni por respeto a unos presuntos derechos, sino porque entonces... igual nos damos cuenta de que tampoco tenemos Ejército.