Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

domingo, 17 de julio de 2011

SOBRE 17 DE JULIO.

El 18 de Julio de 1936 es una fecha que todos conocemos. Sobre todo, los rojos, que cada año se esfuerzan más en tenerla presente, en combatirla y en exorcizarla, como si no estuviesen muy seguros de que no vaya a caerles de nuevo sobre el lomo, y como si aún les escocieran las carreras en pelo.

El Alzamiento Nacional del 18 de Julio es una fecha histórica; o sea, es una fecha que quedó en la Historia, que sucedió en su día y allí se quedó. Al menos, hasta que Rodríguez la ha sacado del baúl de los recuerdos y la ha puesto de moda, de plena actualidad.

Evidentemente, el 18 de Julio fue como fue, y eso -pese a rojos y a bobos- no hay quien lo mueva. De igual manera que no hay quien mueva el hecho de que las tropas nacionales vencieron, y las rojas salieron con el rabo entre las patas. Y más de uno, incluso dejándoselo atrás.

Y esto es así -fue así- por mucho que ahora los pijoprogres, los rojazos antediluvianos, los maricomplejines de centro liberal avanzado, y los gilipollas de pelaje variable, pretendan reescribir la Historia.

Por mucho que los unos condenen en el Congreso el golpe de Estado, y los otros pongan el comienzo de la Guerra en el asesinato de Calvo Sotelo, con manifiesto olvido de los otros golpes de Estado -el de 1931- y la Revolución de Asturias -y de Barcelona también, que siempre se olvidan-, de 1934.

Así es que, para solaz de todos los que no pueden vivir sin la Guerra del 1936 a 1939 -que había empezado mucho antes, como queda dicho, y que se empeñan en reeditar-, aquí les pongo como banda sonora el Cara al Sol.

Y la pongo hoy, día 17, porque esta es la fecha real del Alzamiento Nacional, cuando La Legión y los Regulares -las dos unidades más condecoradas del Ejército español-, dijerón allá que vamos y le pusieron un cirio a Sanseacabó.

SOBRE LA EFICACIA DE CHAVEZ.

Cuenta El Mundo que don Hugo Chávez, presidente de Venezuela que fue hace unas semanas a Cuba para tratarse de un cáncer, viajará nuevamente a la isla caribeña para someterse a tratamiento de quimioterapia. Hace un par de días se especulaba con que fuera a seguir dicho tratamiento en Brasil, según informaba La Gaceta.

No es mi estilo -ni el estilo falangista, que pretendo seguir en lo que puedo- el de alegrarse de las enfermedades ajenas, aunque las padezca un individuo al que no aprecio en absoluto. De esta forma, lo que deseo es que el señor Chávez se recupere de su dolencia.

Y sobre todo -por su bien y el de los venezolanos- que no tarde mucho en establecer en su país un sistema sanitario que le evite tener que viajar al extranjero para ir al médico.

Publicidad: