Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 21 de abril de 2012

SOBRE LA OPERACION.

La de apendicitis a que ha sido sometido el genocida Santiago Carrillo en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Hay que ver lo bien que nos viene que Franco creara la Seguridad Social.

Como no soy de la misma ralea que el genocida Carrillo, no me alegro en absoluto de sus cuitas; eso si, le deseo lo mismo que él le deseara al Generalísimo Franco cuando -ya cercano el final de su vida- sufrió la misma intervención.

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