Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 29 de julio de 2024

SOBRE LO ESPERADO EN VENEZUELA.

Por mucho que la prensa, y alguna radio se asombre por el hecho de que Maduro -el pajarito de Chávez, ya saben- haya vuelto a nombrarse ganador de las elecciones en Venezuela.
Ustedes perdonen si son de opinión distinta, pero creo que el pucherazo era más que evidente. Lo que me extraña a mi es la extrañeza de los que se dicen periodistas, de los que se dicen expertos, de los que se atreven a sentar cátedra en los micrófonos. 
Porque hay que ser muy tonto -o muy sinvergüenza- para creer que de una dictadura comunista -menos mal que estos gilipollas aún no han dicho que Madura es fascista- se sale con unas elecciones siempre amañadas.
De las dictaduras comunistas, ultraizquiedistas, rojas -Zapatero dixit- no se sale con votos. De las dictaduras izquierdistas como Venezuela, o como España, sólo se sale con botas.

sábado, 27 de julio de 2024

SOBRE LA AUSENTE GALLARDÍA OLÍMPICA.

No vi ayer la mascarada de apertura de los juegos olímpicos mas que a saltos. No vi, por tanto -en uno de esos saltos-, el paseíllo de la delegación española.

Hoy me encuentro la foto, en la que -bajo la bandera actual de España, que no lleva el escudo que a mi me gustaría, pero que sigue siendo la bandera de España- figura la palabra Spain.

Y miren, podría incluso entender que hubieran escrito Espagne, en el idioma del país donde se celebraba la ceremonia y se celebrarán las pruebas. Pero ¿Spain

Y esto, evidentemente, sin que ninguno de los, las y les participantos se negara a subir a ese barco, se negara a desfilar -más bien hacer el canelo- bajo ese cartel anglófono. Sin que ninguna autoridad española dijera que ya podían ir haciendo otro cartel y metiéndose ese por el camino recto, y menos aún retirando la participación española en el acto. Y, si me apuran, en los juegos.

Hoy, nada más ver esa foto en la prensa, me ha venido el recuerdo de una tarde en la que don Manuel Rodríguez, viendo en la plaza de toros de Méjico la bandera de la Segunda República, se negó a hacer el paseíllo hasta que la sustituyeran por la de España. La España por la que él combatió, voluntario de primera hora en su Córdoba natal.

Es el primer español, desde Cortés, que no ha hecho el ridículo en Méjico -dijo en aquella ocasión un hombre enemigo, Prieto, que estaba allí.

Otros tiempos, otros hombres. Y -a mi modo de ver- mejores.


lunes, 15 de julio de 2024

SOBRE CELEBRACIONES Y RECUERDOS.

Estamos celebrando triunfos deportivos -impresionante Alcaraz en Winbledon, cumplidora selección de fútbol en Berlín- que, al menos por un rato, han hecho olvidar a la prensa de derechas sus consignas contra VOX. 

Dicen que nos sentimos felices por estos triunfos deportivos. Dicen que esta actual Selección de fútbol nos ilusiona. Yo me quedo en opinar -desde mi confeso desconocimiento- que el juego de la Selección Española de fútbol se ha parecido, por momentos, al del Real Madrid. Lo cual está muy bien, qué duda cabe.

Pero hoy -que el fútbol o el tenis parecen no ser ya el opio del pueblo que eran cuando el franquismo atroz- a mi lo que me importa es el recuerdo de mi camarada Arturo.

No estoy ahora mismo en condiciones para escribir algo digno de ti, Arturo. Este año, amigo, camarada, sólo puedo ofrecerte mi recuerdo y mi ¡Presente!

Y, por si aún hay alguien que venga por este diario, lo que escribí hace unos años para ti.


Mi camarada Arturo. 

15 de julio de 2020.


Mi camarada Arturo es, por si alguien no lo sabe, Arturo Robsy, que está en los luceros.

Recuerdo -creo que lo dije el año pasado- cómo nos conocimos -por desgracia, sólo epistolarmente-; cómo puso a disposición de Juntas Españolas y de EJE, nuestra publicación, los recursos que atesoraba en su BBS, cómo luego nos reencontramos al cabo de los años a través de otro camarada en esta Internet que nos acerca y separa de nuestros semejantes y cómo, en fin, fue maestro, amigo y, sobre todo, fundamentalmente, camarada.

Desde que se nos fue con los mejores quiero rendirle el mínimo homenaje del recuerdo escrito cada año. Y este, por si no lo conocieron ustedes, deseo decirles quien fue Arturo Robsy.

Arturo fue -eso se sobreentiende con lo que va dicho- falangista. Fue hombre de una cultura enorme y de una tremenda sabiduría -que son cosas que no siempre van de la mano-, sin envanecerse de ello, sembrando la semilla del conocimiento en cuantas mentes quisieron recibirla. A veces las mentes no eran tierra fértil, sino estéril roca de estereotipos y complejos, y entonces trataba de desasnar burros con el humor inteligente, la ironía fina como navaja de barbero o -si era menester- como navaja cabritera. Ciertamente, nunca le faltó trabajo, porque los cabritos abundan y él los venteaba a distancia.

Fue Arturo hombre de buen humor, como toda persona inteligente. Como aquellos paladines que retrata Rafael García Serrano, guardaba una seriedad absoluta para el rito propio, y una benevolente  actitud, casi la ternura de quien ve un cachorrillo dar sus primeros pasos, por los tópicos ajenos: esos que llenan la boca -y generalmente la cartera- de quien los promulga, pero luego practica algo diametralmente opuesto. Me imagino, por ejemplo, lo que hubiera escrito sobre don Pablo Iglesias y su casita serrana, y me desjarreto de risa; lo que hubiera dicho de don Pedro Sánchez y su gorrilla tendida en busca de compañeros de viaje, y se me alegran las pajarillas. 

No alcanzó a ver este esperpento, estas caricaturas de gobernantes, esta zahúrda de farsantes; pero si vio, y conoció, y definió, a sus antecesores, y sobre ellos escribió mucho y bien. Generoso como sólo puede serlo un señor, un hidalgo español, dejó su obra abierta a quien la quisiera leer, y quien quiera la puede encontrar en esta dirección:

https://www.textos.info/arturo-robsy

Me imagino, también, lo que hubiera comentado de esta España mortuoria y alegre sin consciencia; de esta España incapaz de contar los muertos, acaso más por incapacidad que por falseamiento; más por el desbarajuste como sistema de supervivencia política de los inútiles que por decisión voluntaria. Habría tronado con las mejores galas de una inteligencia superior, porque para Arturo -como para mi, como para todas las personas decentes- los muertos eran exigencia permanente y referencia fundamental, hayan caído por un virus ayudado por la ineptitud o por bala roja ayudada por los traidores.

Por eso, Arturo, somos muchos los que te tenemos como referencia de amistad y camaradería. Tu nos enseñaste con tu sabiduría y -lo que vale aún más- con tu ejemplo. Y te echamos mucho de menos, coño.


viernes, 12 de julio de 2024

SOBRE LO INCREÍBLE.

Y que lo califique de increíble, cuando en España la incredibilidad ha alcanzado cotas altísimas, creo que significa algo. Pero vayamos por partes.

Los que se tienen por periodistas -y algunos tertulianos (políticos echados a patadas de sus partidos) a los que la emisora de los obispos les hace el favor de darles una ayudita para que sigan comiendo, sin echar mucho de menos las mariscadas y, acaso, los lupanares- no dejan hoy de acusar a VOX de todo lo imaginable por haber roto sus acuerdos de Gobierno con el PP en varias comunidades autónomas.

Todo lo achacan a electoralismo, a extremismo, a cualquier cosa que se les ocurra a los amarillistas de derechas de toda su puta vida. Y se congratulan porque, con esta ruptura, el PP "se quita peso", se libera del mal en estado puro que -para los amarillos indecentes- representa VOX, esa malísima ultraderecha, ese populismo nefasto, ese lo que se le ocurra al cuatezón de turno en el micrófono desde el que la COPE defiende el aborto, por ejemplo.

Y eso es lo increíble que les comentaba al principio: que los amarillistas de derechas, que la emisora de los Obispos, haya mostrado la patita debajo de la piel de cordero; que deje ver, tan a las claras, que les escandaliza que un partido político cumpla los compromisos con los millones de votantes que les eligieron; que les sienta fatal que un partido político deje al PP de sus amores con el culo al aire, porque mientras los peperos nunca cumplen, hay quien si lo hace o, por lo menos, lo intenta; porque hay un partido que prefiere mantener sus compromisos a sentarse en una poltrona. Y eso es algo muy malo para ellos.

¡Hay que ver cómo se pone, cómo se altera la prensa del sistema cuando un partido cumple sus promesas electorales!



jueves, 11 de julio de 2024

SOBRE BARCOS, HONRA Y UN IMBÉCIL.


España prefiere honra sin barcos que barcos sin honra
es una frase más que conocida del Almirante Don Casto Méndez Núñez, y sólo un iletrado puede ignorar lo que significa. Bueno, también puede ignorarlo quien no sepa lo que es un barco. O lo que es el honor.
Ayer por la tarde, en la cadena COPE, el presunto periodista Fernando de Haro intentó hacerse el gracioso comentando las declaraciones del Vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que afirmó: Entre el honor y los barcos, escogemos el honor.
Don Fernando de Haro es un ser balbuciente, al cual da una mezcla de grima y pena escuchar. Pero es un fiel pepero y un ocultón enemigo de VOX. Desde hace ya mucho tiempo no hay elección a la vista ante la que no alegue que no se divida la derecha y que se vote al PP.
Y ayer se permitió hacer el chiste preguntándose de qué barcos hablaba Juan García-Gallardo, si Castilla y León no tiene mar. Muy gracioso. 
O muy imbécil. O muy iletrado. O muy sinvergüenza. Porque un periodista debe saber un mínimo de Historia y debe conocer un mínimo de figuras literarias y retóricas, y sólo desde la mala voluntad se puede preguntar qué barcos y qué honra cuando se emplea una metáfora que sólo para idiotas requiere explicación.
Pues mire, señor de Haro, está muy claro a que barcos se refería el Vicepresidente Juan García-Gallardo: se refería a que, dado que el PP vuelve a traicionar los acuerdos firmados con VOX, el PP se puede meter la Vicepresidencia de Castilla y León por donde le plazca porque VOX prefiere la honra.
¿Qué honra? - se preguntaba también el mostrenco -2ª acepción- diciendo que no había honra en abandonar niños.
No hay honra en abandonar niños, efectivamente. Y menos aún en llamarlos, en animarlos a que vengan ilegalmente, sabiendo que luego -en cuanto cumplan la edad reglamentaria- van a acabar abandonados en la calle, sin papeles, sin trabajo, sin techo. En El Debate de ayer lo tiene, y el periódico es de su propia empresa.
¿Qué honra hay, señor de Haro, en animar a que vengan niños a la futura esclavitud o a la futura delincuencia? Que no es una falsedad, que no es un invento de la ultraderecha, que no es populismo; que un inmigrante que no tiene permiso de residencia y permiso de trabajo no puede trabajar, y queda abocado a la mendicidad o a la delincuencia de trabajar ilegalmente. Y eso es lo que hace usted, señor de Haro. 

Por otra parte, si que hay honra en salir de la Junta de Castilla y León si el PP vuelve a traicionar los acuerdos con VOX. Hay la honra de cumplir lo prometido a sus electores. Algo que a usted, y a su siempre defendido PP ni se les ocurre, porque están acostumbrados a mentir, a incumplir promesas, a despreciar la voluntad de los ciudadanos.
Gracias a Dios, su gracieta de adolescente iletrado, señor de Haro, pone a cada cual en su sitio y me da razones para votar a VOX. Porque yo no soy militante de VOX, ni siquiera soy simpatizante muy próximo. Como he escrito muchas veces, lo he votado cuando me ha parecido que era lo menos malo -que no significa ser lo mejor-, pero cada vez que oigo a un necio balbucear en contra de VOX, me dan más razones para votarlo. Aunque solo sea por jorobar.


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