Ahora lo democrático, progresista, liberal y moderno es negar información. O por lo menos, eso se deduce del furibundo ataque a un proyecto de protocolo sanitario que permitiera a las embarazadas en trámite de aborto saber, por ejemplo, cómo late el corazón del hijo que quieren asesinar.
A mi no me extraña. Ni la tozuda negación de la realidad por parte de la ultraizquierda -es decir, del PSOE y compañía-, ni que este régimen podrido ataque a la vida en cualquier lugar y forma en que se encuentre.
Si gustan, pueden leer mi opinión en ÑTV España siguiendo el enlace.
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