Hace unos días -ayer o anteayer- un juzgado madrileño ordenaba la suspensión cautelar de un cambio de nombre en dos calles, para evitar perjuicios a los vecinos si finalmente la ¿Justicia? rechazaba la modificación.
Curiosamente, cuando era la tricoteuse Carmena la que cambiaba nombres a troche y moche, ningún tribunal aplicó esta misma lógica. Y ahí tienen ustedes a los golpistas de Octubre de 1934 con calle en Madrid, mientras los Hermanos García Noblejas han sido expulsados del nomenclátor municipal pese a haber sentencia en contra de dicho cambio.
Véanlo, si gustan, en El Correo de España, del que no puedo ofrecer imagen porque Blogger sigue sin permitirme subir fotos.
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