Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 14 de marzo de 2015

SOBRE LA ÚLTIMA DE EL PAÍS.

La última mamarrachada que saca El País en torno a Franco, que hoy versa sobre Franco y Hitler: un odio interesado.

Mamarrachada, no porque a mí me caiga mal el gilipollas que escribe, sino porque desde la primera línea se retrata: El Eje fue un salón de desconfianza a tres bandas. Hitler, Mussolini y Franco.

Y se queda tan ancho, el tonto, cuando cualquiera que haya terminado el Bachiller –al menos el Bachiller de cuando en España se estudiaba- sabe de sobra que el Eje lo formaban Alemania, Italia y Japón.

Nada extraño, teniendo en cuenta que el escritorzuelo no hace sino apiñar tópicos -en ocasiones contradictorios- sin saber de qué habla.

Por ejemplo, cuando dice que la novia a cortejar en los años treinta era Alemania. Bueno, paisanillo, sería a partir de 1933, porque hasta ese año Alemania estaba sometida a la rapiña de los vencedores de la GMI, y hundida en la miseria.

Hitler y Mussolini despreciaban a Franco -dice; pero luego añade: "Para Hitler, aunque algunos de sus colaboradores le quitaran importancia, fue fundamental tener bajo su yugo a España y Portugal con dos regímenes de su cuerda sin necesidad de invadir nada".

Falsedad e ignorancia. Falsedad, porque Alemania nunca tuvo bajo su yugo a España, y la prueba está en que, a pesar de su insistencia, Hitler no consiguió que España entrara en la Guerra Mundial. Lo de Portugal es ignorancia pura, pues cualquiera sabe que nuestro vecino tenía especial aprecio por Inglaterra desde el siglo anterior.

Pero no para la ignorancia ahí. ...Hitler soltó al conocer la desaparición de otro de los generales golpistas: “La verdadera tragedia para España fue la muerte de Mola, ahí estaba el auténtico cerebro, el verdadero líder. Franco llegó a la cima como Poncio Pilatos al Credo”... "Ya escocía entre los nazis la negativa que se produjo en Hendaya en 1940."

Cojonudo. A los nazis les escocía la negativa de Hendaya -1940- y por eso Hitler decía que Mola -muerto en junio de 1937- era el verdadero líder, tras haber sido el propio D. Emilio Mola uno de los más firmes defensores del nombramiento de Franco como Generalísimo el 1 de Octubre de 1936.

Después de esto casi no merecería la pena decir nada más. Pero vaya un último comentario: “Las intenciones de Hitler al involucrarse en la guerra española respondían a todo, menos al cariño personal”, comenta Preston.

Evidente, paisanillo. Los estadistas no se guían por las preferencias personales, ni por los gustos particulares, sino por los intereses de Estado. 

Algo que en esta memocracia nunca podréis entender los idiotas.

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