No siempre vale la pena enfrentarse a las maniobras oscuras que hacen los que conducen el estado, la educación y el desarrollo de la sociedad, pero empieza a ser necesario hablar de esa punta diamantina que prevalece en algunos ilustrados y en la mayoría de los sin lustre.
Ya se que lo de cristianismo, cristiano, cristiandad y su símbolo universal, la Cruz, están perseguidos por estas ideas importadas como el liberalismo y el social comunismo. De determinados asuntos, como lo gay, lo religioso o lo simbológico, sólo se puede decir lo que se ve: que hay coincidencia plena del Pipi y del Psoe. Con una diferencia de método: el socialismo prohíbe y el PP busca lo mismo pero con vaselina.
Cuando esto sucede, cuando dos ideologías buscan lo mismo pese a estar enfrentadas, es que su impulsor está más allá, agazapado. Y con esto me refiero a los masones, que procuran estar en todas las salsas.
El escrito que he recibido sobre este asunto da buenas razones, está muy bien, pero se desvía: conviene hacer una corrección: los que quieren cargarse el humanismo cristiano no son ignorantes. Al contrario: saben muy bien que lo cristiano es el soporte de la idea de patria y del concepto de Europa, antes llamada cristiandad. Quieren quitarnos algo básico que nos hace próximos a todos, y saben cómo hacerlo: o de golpe como el tabaco o pasito a paso, sin asustar demasiado.
Eso sin olvidar que cuando Europa era la Cristiandad no había aparecido Lutero y la Reforma, y se trataba de la Cristiandad Católica. Y que el Renacimiento es un fenómeno cultural que nace y se extiende desde el Catolicismo. Decir "cristiano" también es separarlo de su origen y desnaturalizarlo.
Cambiar el sentido de las palabras es el método que vienen usando con éxito. Y eso es gravísimo: no conocer las ideas reales que contiene cada palabra es olvidarlas. Las cargas subterráneas, las minas, son eso, subterráneas.
Arturo Robsy.
Nota bene: El católico es siempre cristiano, pero el cristiano a secas no siempre es católico.
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