SOBRE EL PUEBLO QUE FRANCO ARREBATÓ A SUS HABITANTES.

 Sabemos que la vida anda muy jodidilla, de forma que habría que comprender que cualquier plumilla -que ni siquiera se atreve a firmar su engendro- intente congraciarse con la "nomenklatura" del rojerío que -de momento- parece ir ganando la guerra civil resucitada a la mayor gloria del fantoche Sánchez.

Supongo que ellos -los plumillas, los fantoches y la nomenklatura- no verán igual de bien que les expliquen las cosas. Pero al menos, ahí lo intento, en El Correo de España.