Que, como ya advirtió mi camarada Rafael García Serrano, permanecen ocultos y agazapados hasta que causan una desgracia; y entonces, eso si, dan la cara como unos machitos de los de antes.
Sin embargo, nuestras autoridades no necesitan mas de quince minutos para estar seguros de por qué razón explota un edificio aledaño a una parroquia, un colegio y una residencia de ancianos.
En fin, pasen, si les place, a El Correo de España.
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