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viernes, 18 de julio de 2025
SOBRE ESTE 18 DE JULIO.
lunes, 14 de julio de 2025
SOBRE EL RACISMO DE LOS ODIADORES.
Dicen los periódicos y las radios que lo que ocurre estos días en Torre Pacheco es culpa de la ultraderecha. También lo dice el señor Grande-Marlaska, y para defender su tesis ha mandado a la Guardia Civil, luego esta es la verdad oficial que nos endilgan los medios de manipulación social sin el menor empacho.
Dicen los periódicos y las radios -especialmente la de los Obispos, siempre tan guardaropista y tan proclive al esclavismo- que la ultraderecha se ha movilizado a través de las redes sociales para "la caza del inmigrante." Alaban los periódicos y las radios que hay -a las 16 horas de hoy- ocho detenidos, cinco españoles y tres "magrebíes."
Peroran los todólogos que los marroquíes de la zona son gente honrada y trabajadora, aunque a alguno se le escapa que los de "segunda generación" es cierto que están por la calle sin hacer nada y se dedican a "sus cositas, su trapicheo..." Omiten los hijos de todóloga, entre esas "cositas", la de pegarle una paliza a un español de cierta edad -no diré anciano, porque es poco mayor que yo, y se me hace difícil- por el simple gusto de hacerlo.
Omiten los canallas de la prensa y la radio que se trata de una simple autodefensa, que si vienen de fuera a pegarte, o te defiendes o te joden, aunque los curas cobardes y los alcaldes vendidos -acabo de oír al alcalde y al cura (uno de los que habrá, supongo) de Torre Pacheco en la emisora de los Obispos, siempre tan xenófila- anatematicen a los que van a defender a los que ellos no tienen agallas.
Y ellos, como buenos esclavistas, como gentuza que no puede vivir sin inmigrantes ilegales a los que dar preferencia sobre sus ciudadanos y sus feligreses; como sinvergüenzas que trapichean con las subvenciones, las ayudas y las oenegés trinconas de fomento del delito; como canallas que temen la reacción del pueblo español, ni siquiera se dan cuenta de que no saben ni lo que dicen.
Porque a los muy necios no se les cae de las linotipias y de las ondas las acusaciones de "racismo." Pero, vamos a ver idiotas: ¿de qué raza son los "magrebíes"? Vosotros, imbéciles de topicazo y estereotipo, ¿sois capaces de distinguir a cinco metros un marroquí de un madrileño?
Pues así todo: no tenéis ni puta idea de nada, pero sentáis cátedra y manipuláis a los que os leen o escuchan para que no se les ocurra renunciar a lo políticamente correcto y piensen por su cuenta.
Así sois, hijos de la gran puta. Os han marcado a fuego en el anca lo del racismo y lo del odio, y vosotros lo repetís con fruición de canalla y lametón pedigüeño, sin saber lo que estáis diciendo.
sábado, 12 de julio de 2025
SOBRE MANOS BLANCAS MUY SUCIAS.
Cúmplese, según cuenta la prensa, el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA, la misma que gobierna hay en Estepaís que ya no es España a través del socialismo criminal y zafio.
Creo que ya ando recordando viejas historias cual abuelo cebolleta. Pero la culpa no es mía -al menos no sólo mía- sino de los que nos quieren convencer de lo buenos que eran los tiempos idílicos en que había democracia y constitución. Como si alguna vez lo hubiera habido y alguien lo hubiera respetado.
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LA NACIÓN - Núms. 254-255
El pueblo español, a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido, ha protagonizado una de las más impresionantes manifestaciones de dolor y de ira. Y de impotencia.
Impotencia, porque al pueblo español lo han domesticado, adiestrado en la dialéctica de los lemas insulsos (lo que los políticos llaman slogans) y de los pareados ripiosos.
Así, una de las frases más celebradas, más repetidas en los resúmenes televisivos, más jaleadas como muestra de la determinación popular, más aplaudida y difundida, como queriendo que se grabe bien incluso en las molleras más duras, ha sido la de ETA, escucha, aquí tienes mi nuca. Esta frase nació en la Puerta del Sol de Madrid. En el mismo escenario donde la Policía repartió estopa allá por el 79 a los que no gritábamos aquí tienes mi nuca sino contra ETA, metralletas, pareado igualmente ripioso, lo confieso, pero que demostraba un talante radicalmente distinto. Un talante que molestaba al Gobierno ucedarra, no sé si porque temía que el pueblo se hartase y tomara la determinación de hacerse la justicia que nadie le hacía —ni le ha hecho después— o porque les daba envidia no tener los arrestos de el más anciano de aquellos manifestantes.
Me ha causado, debo decirlo, una enorme impresión ver a decenas —acaso cientos— de personas, generalmente jóvenes, ofreciendo su nuca, arrodillados y con las manos tras de la cabeza, en actitud de cordero presto al sacrificio.
No puede caer más bajo el orgullo, la dignidad, la gallardía de un pueblo, que se ofrece a morir de rodillas porque ni siquiera ha pensado en combatir de pie.
Que ha perdido el instinto de supervivencia, o acaso eso otro que diferencia al toro bravo del cabestro.
El pueblo español se ha convertido, definitivamente, en una lengua sin manos.
Sobre la esterilidad
La de todas aquellas manifestaciones, concentraciones, lazos azules, pancartas, que llenaron las calles y plazas de España hace —cuando escribo, a mitad de agosto— un mes.
Protestaron entonces contra un asesinato, muchos cientos de miles —acaso millones— de personas que no habían protestado antes. Fue, qué duda cabe, un gesto emotivo. Pero condenado, por falta de continuación, a la esterilidad.
Todo muy bien los primeros días, claro. Pero, una vez consumida la emotividad y el riesgo de que el pueblo, harto y hastiado; peor aún, burlado una vez más, se tomara la justicia por su mano, han vuelto las cosas a sus orígenes. Ya tenemos de nuevo a los separatistas del PNV acusando al Gobierno —y a los partidos españolistas en general— por no tender la mano negociadora a los asesinos. Por no seguir manteniendo a cuerpo de rey, de vacaciones en el Caribe, a asesinos confesos.
Y tenemos a esos partidos llamados españolistas con los habituales paños calientes, con las discusiones bizantinas de si se acordó esto o lo otro, de si se interpreta lo de allá o lo de acullá.
Y tenemos al Gobierno de vacaciones, y en septiembre empezaremos a hablar.
Y tenemos —ahora sin la menor duda, si es que alguna quedaba— la más completa seguridad de que no cabe más salida que pasar a cuchillo a los que, pudiendo poner soluciones, permiten que todo siga igual.